miércoles, enero 30, 2008


El otro día, en un aparcamiento cercano a mi casa, vi a un hombre alto y barbado hablando con gesto serio por teléfono. Tenía la cara pálida, llena de arrugas delineadas para dibujar el semblante más triste que yo he visto en mucho tiempo. Era la típica faz que resume la tristeza por la mezquindad tan presente en esta piel de toro. Su cara me era muy familiar, pero en ese momento no sabía de qué conocía yo al tipo. Al ver las noticias ya supe quién era:
Se trataba del doctor Luis Montes, coordinador del servicio de Urgencias del Hospital de Leganés la que hace tres años echaron de su puesto por supuesta mala praxis médica.
A veces tienes la sensación de que las noticias de los telediarios son en realidad representaciones teatrales que sólo buscan distraer a la gente. Pero no. Yo vi al Doctor Montes, existía de verdad y tenía la misma cara que yo me imaginaba que tendría Dreyfus cuando tuvo que enfrentarse a la insidia. El siglo XIX terminaba mal para los judíos y empezaba otro que iba a ser todavía peor.
El proceso judicial de Luis Montes simboliza otra cosa: se trata del duro ataque hacia lo gratuito, hacia esos servicios que el estado brinda a los ciudadanos y que son un insulto a la economía de mercado. Todo se ha de pagar, hasta la salud. Hay que barrer a aquellos que defienden la sanidad pública y gratuita, utilizando los medios que sean oportunos, incluida la mentira. En el mercado, el fin siempre justifica los medios.
Al doctor finalmente le ha dado la razón la justicia. Con todo, le queda la amargura de que por culpa de unos desalmados, mucha gente se ha quedado sin los cuidados paliativos necesarios para tener una muerte digna. Además, la sanidad madrileña, si no hacemos algo, camina imparablemente hacia una privatización la cual nos harán pagar muy, muy cara.
Yo quiero que, de caer enfermo, me trate el doctor Montes.
Manuel Lamela, dimite; Esperanza Aguirre, dimite.

3 comentarios:

tristopositor dijo...

Por cierto, se me olvidaba decirlo: el próximo 7 de febrero, a las 7 de la tarde aproximadamente, en frente del edificio de la Consejería madrileña de Sandidad, habrá una concentración en pro de la sanidad pública y gratuita. Se ruega no faltar. Nos va la salud en ello.

Anónimo dijo...

Yo creo que lo próximo de la Espe va a ser echarse un novio estupendazo (así como el francés) para desviar la atención de sus "..." no se como llamarlo "cagadas?" "historias" "tocapelot-"eces"?"...
Desgraciadamente no es Espe la única... aquí en mi ciudad... han hecho una "cagada" con el instituto municipal de deportes... han puesto "dinero de más" para arreglar nosécuantantas veces un parking de un polideportivo... y muchas más liadas y gordas... y qué dice mi querido alcalde Azkuna?? "yo no hablo de eso..si quiere que hable el concejar de deportes..."
Claro... este señor como responsable del ayuntamiento no es responsable de esa "evacuación de fondos"... aishhh y le siguen votando!!!! por Dios!! Cuando cambiará esto!!

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Anónimo dijo...

Lo mejor de todo es que el señor Lamela no piensa pedir perdón y lo volvería a hacer cuantas veces fuera necesario... esto me ha dado para pensar... voy a escribir un día de estos un post sobre la honradez... esa que en política ya no existe... a ver si soy capaz de sacar un tono burlón gracioso... y un sonrisa del doctor Montes... si me lee claro... jejeje... a mi tampoco me importaría que me atendiera él si fuera necesario...

Mss Hide...
PD. ¿mucha resaca?