martes, mayo 22, 2007

El Papa ataca el relativismo. Bush ataca el relativismo. ¿No se acuerdan de aquel viejo aforismo de Shakespeare? "Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira" Pues no hay que hacer caso al señor inglés ése del siglo XVII. Sabrá él.
Como tampoco sabe otro gran poeta español, Antonio Machado: "no tu verdad, o mi verdad, sino la Verdad" Vayamos juntos a buscarla, ¿Verdad, poeta?
Pero estos señores de ahora, dicen que nones. Que lo único que vale es su visión del mundo: el papa es infalible y el presidente de los Estados Unidos también: declara estar orgulloso de haber "dirigido la libertad en Irak" Y la muerte.
"El relativismo, nuevo rostro de la intolerancia" dice el adalid de la doctrina de la fe. El que con su intolerancia hacia los condones permite miles de muertes en África. El gran intolerante de los teólogos de la liberación. Sí, sin duda Ratzinger sabe un rato de intolerancia. Y de relativismo.
Ahora está lloviendo fuertemente. Llueve con mucha fuerza y esto es de las pocas cosas que son irrebatibles. Veo una tormenta que nadie puede negar que exista. Todos sabemos que caen gotas de lluvia; la lluvia y el agua no es como las almas de los hombres, que son borrosas, que a veces no se entienden. Que son volubles. No puede pasar por plomo lo que es etéreo y nada hay más etereo que visión del mundo de un hombre.
Dicen que nada es relativo ¡Ja! Que intenten convencerme de lo contrario con su moralidad relativa e hipócrita.