martes, febrero 12, 2008

martes, febrero 12, 2008
Prometen sandeces y nosotros callamos. Los partidos mayoritarios nos toman por tontos. No me gustan nada. Pero nada de nada. El uno, que si el descuento "progresivo" de los cuatrocientos euros. Vamos a ver... ¿Cómo va a ser progresivo que a uno que gana 14000 al año le descuenten los mismo que a uno que gana 140000? Yo no soy economista, pero creo que de progresivo no tiene nada. Eso sí, sería para mí una verdadera canallada que al fulano que gana 140000 le perdonen de sus impuestos 4000 euros. Hasta aquí hemos llegado. Que uno está un poco harto de tanta idiotez neoliberal que lo único que sirve es para que cada vez haya más pobreza y que los ricos se permitan caprichos todavía más caros que antes. Mi utopía sería que el hombre más rico del mundo tuviera el mismo coche no contaminante que el hombre más pobre del mundo ¡Oh, no! ¡Esto es comunismo!¡Zape, zape!¡Que alguien le explique a Tristo que el muro de Berlín cayó en 1989!
En el fondo, los sociatas no pueden hacer otra cosa. Si dicen que van a aumentar los sueldos, cosa que sería harto deseable (en una ciudad como Madrid, el 48% de la población malvive con menos de mil euros al mes), sus amos los banqueros y empresarios se ponen de uñas -¡la inflación, la inflación!- y entonces sí que hay una crisis de agárrate y no te menees. Preparada por ellos, claro está. En los noventa, con motivo de la crisis de después de las olimpiadas, los anteriores gobiernos socialistas fueron los encargados de regular las ETT ("empresas privadas de búsqueda de empleo en colaboración con el INEM" las llamaban en los telediarios") y de meter los primeros tijeretazos a los derechos laborales. Flexibilidad, tienes nombre de mujer fatal. Por cierto, no lo han dicho los telediarios, pero os lo digo yo: la última fechoría de los sociatas es que han reducido las indemnizaciones por despido de 45 días por año a 40, y ningún periodista ha cubierto la noticia, ni siquiera Jiménez Losantos, que tanta inquina les tiene.
Luego está la propuesta de los populares, ésa de obligar a los inmigrantes a respetar las costumbres españolas ¿Y en qué consistirá la cosa, en que si piden un plato de patatas bravas, no quejarse si pican demasiado?¿En que si un vecino español da una paliza a su mujer, no interrumpirle en su labor?¿En ir a ver los toros todos los fines de semana?¿En llegar al coma etílico en las fiestas de guardar? ¿En no quejarse porque el litoral español esté lleno de hormigón?¿En no pedir silencio cuando dos españoles hablen a gritos?
Tengo la sensación de que están prometiendo cosas que a la mayoría de los españoles con sentido común ni nos van ni nos vienen. Sabemos que es difícil aumentar el salario mínimo a 1400 euros, que la vivienda tenga un precio asequible en un corto periodo de tiempo, que tengamos un sistema de protección social igual que el de los países nórdicos, pero al menos no deberían hacer promesas que son un insulto a la inteligencia de la ciudadanía. Supongo que si esto fuera una democracia y no lo que realmente es, una plutocracia, otro gallo cantaría, pero qué le vamos hacer.
Me conformo con que no prometan bobadas.