jueves, diciembre 13, 2007


Voz del Pueblo

"Aquella mal entendida máxima, de que Dios se explica en la voz del pueblo, autorizó la plebe para tiranizar el buen juicio, y erigió en ella una Potestad Tribunicia, capaz de oprimir la nobleza literaria. Este es un error, de donde nacen infinitos: porque asentada la conclusión de que la multitud sea regla de la verdad, todos los desaciertos del vulgo se veneran como inspiraciones del Cielo. Esta consideración me mueve a combatir el primero este error, haciéndome la cuenta de que venzo muchos enemigos en uno solo, o a lo menos de que será más fácil expugnar los demás errores, quitándoles primero el patrocinio, que les da la voz común en la estimación de los hombres menos cautos."

Benito Jerónimo Feijoo • Teatro crítico universal • Tomo primero • Discurso primero

He considerado necesario sacar estas palabras del olvido (hoy son pocos las que las leen) porque hoy vivimos los tiempo en que, más que nunca, las cosas son sólo verdad "porque es lo que dice todo el mundo" y las más de las veces no es así. Son mentiras impuestas, mitos que todos nos creemos porque nos da pereza creer otras cosa y porque nadar contra corriente es muy cansado. A veces (las menos, porque ya tengo la prudencia de callar) me encuentro con un grupo de gente más o menos grande en que todos piensan sobre un asunto determinado lo políticamente correcto, salvo yo, que como sabéis los que me leéis con cierta frecuencia, suelo ser a veces excéntrico en mis opiniones, o por lo menos, no pienso lo que está de moda en esos momentos. Puede que peque de ser un poco petulante, y lo siento, pero a veces, a toro pasado, me dan ganas de decir: "¿Veis cómo yo tenía razón?"
En verdad al que el tiempo ha terminado por dar la razón es al padre Feijoo: en los años treinta, la gran mayoría de la opinión pública alemana apoyaba al nazismo; y no olvidemos que George Bush tenía el apoyo de la gran mayoría de su pueblo cuando invadió Irak. Afortunadamente, parece que ahora la corriente de opinión transcurre por otro lado. Pero me aterra pensar qué cosas harán este u otro gobierno del imperio para poner a la gente a su favor. Hay quien sospecha que lo del 11-s no se planeó ni en montañas muy lejanas ni en desiertos muy lejanos...del estado de Nueva YorK. Ahí sí que no sé quién está en posesión de la verdad.
Volviendo a lo que nos ocupa, decía que es realmente difícil tener una opinión diferente a la de todo el mundo. Muchas veces se pueden resentir incluso tus relaciones sociales por no decir lo comúnmente aceptado. Hace unas entradas hablaba de Chávez, que está de moda desprestigiarle. Pues bien, si queréis que os odien, hablad bien de él. Habréis acabado con vuestra vida social para siempre. Os escupirán cada vez que se crucen con vosotros. En cambio, si habláis mal de Shaij Jalifa bin Zayed Al-Nahyan no os juzgarán ni bien ni mal. Lo más probable es que se encojan de hombros ¿Quién conoce a ese tipo?
Pues este personaje es una de las personas más poderosas del mundo, el jefe de gobierno de los Emiratos árabes unidos. Si os pasáis por la página de Amnistía Internacional, veréis que no es de los gobernantes más respetuosos con los derechos humanos, y por supuesto, de los menos democráticos. Sin embargo, ahí está. Arropado por el silencio mediático más calentito. A veces el silencio es una gran mentira.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés." Decía Antonio Machado. Todos somos masa, y a veces, la masa piensa al revés. Somos tantos y formamos un coloso tan grande y tan viejo que cuesta mucho ponernos del derecho, mucho más por lo dormido que está. Por eso voces como la del padre Feijoo le suenan tan estridentes.
A nadie gusta que le despierten