martes, enero 01, 2008


Después de las borracheras de hoy y de anteayer tengo unos dieciocho millones de neuronas menos, y creo que entre ellas estaban donde yo tenía almacenado el tema 3 de la oposición, el que va de lenguaje y pensamiento (unos dicen que primero fue el lenguaje y después el pensamiento, mientras otros piensan que es la revés) y ahora ni siquiera busco una explicación a tan interesante cuestión porque con el sueño que tengo me queda el talento justo para pasar el día. Es más, dudo que ahora mismo tenga pensamiento, estoy con piloto automático y vivo sin vivir en mí, pero no por místico y apasionado, sino por borracho y desneuronado.
Qué infortunio. Ahora tendré que volver a aprenderme el tema 3 y no sé si tengo neuronas de repuesto. Además, una de las neuronas que han sobrevivido a la quema me está diciendo que es un dilema irresoluto. Pues si personas más sabias que yo lo han intentado y no lo han conseguido, no sé por qué habría de ser yo el que dé respuesta al enigma.
Hoy voy a irme pronto a la cama, para mañana levantarme con la cabeza despejada. Volveré mañana a ese tema tres, pues ahora no tengo ni mi lenguaje ni mi pensamiento para muchos trotes.
¿Acaso no será primero los gruñidos y balbuceos que uno tiene justo antes de estar totalmente despierto?