Hay muchas razones por las que quiero ser profesor, pero una sobresale sobre todas las demás: en España ahora se habla de fracaso en la educación de nuestros jóvenes por culpa de la dejación que ha hecho la sociedad en una cosa tan fundamental. Los jóvenes de hoy, dicen, hacen cosas que jamás han hecho antes. Sin embargo, conozco a muchos chavales y creo que no son, ni de lejos, esos brutos que nos pintan los medios de comunicación; cierto es que siempre habrá algún descerebrado que haga una estupidez como la de grabar con un móvil una agresión a un compañero, pero también es verdad que si nadie de una generación precedente a ésta ha grabado bestialidades en los móviles ha sido, simplemente, porque éstos no existían. Ahora, agresiones, todas las imaginables. A manta. No le podemos reprochar nada a nuestros retoños.
Tampoco es cierto que los que están en el gremio al que quiero pertenecer sean todas personas cercanas a la santidad, tocados de un humanismo redentor que salvará a la humanidad de la barbarie. Los hay mejores y los hay peores. Y perdonadme si peco de egocéntrico, pero creo que hubiera obtenido mejores resultados académicos si hubiera tenido una muestra de apoyo más o de cercanía por parte de los que me dieron clase. Hace poco volví a ver a un profesor que tuve en la Escuela y no se acordaba de quién era yo. No hay peor forma de mostrarle a uno su insignificancia, aunque sé que en la vida profesional de un docente cualquiera pasan miles de personas y es muy difícil acordarse de todos. Pero qué demonios, cómo duele que alguien al que recordarás mientras vivas no se acuerde de ti.
Como veis, también soy crítico con los que me han enseñado, precisamente porque la huella dejada en mí ha sido imborrable. Son muchas más las cosas buenas que malas las que me han transmitido los profesores. Por eso, la razón fundamental por la que quiero ser profesor es precisamente por ese respeto y cariño que llegan a tener los alumnos con el paso de los años hacia sus docentes y sobre todo, me motiva muchísimo el colaborar en la enseñanza de mi país para mejorarla. en este tema, no quiero ver el toro desde la barrera. Quiero participar activamente en la formación de las nuevas generaciones.
y debo conseguirlo.