martes, noviembre 07, 2006

Hoy todo no dura nada. Y a los jóvenes, menos.
Chica:
El móvil que tienes ahora en tus manos lo cambiarás dentro de dos años porque la tecla del dos ya no te funciona. Tienes en el zapatero unos zapatos de chúpame la punta, comprados hace sólo siete meses en las rebajas, que estás pensando en tirar porque ya no te gustan, pues dices: " parezco una bruja con ellos puestos" ¿Antes no? Además, quieres vaciar el armario para dar a tu prima la ropa que no te pones.
-Prima, tengo una falda que sólo me he puesto dos veces que te va a encantar-
El coche de tu novio tiene seis años y ya han sacado el modelo nuevo que le sustituye; a tu novio le encanta:
-¿no ves que el nuevo tiene más avances en seguridad que no tiene éste? Debemos pensar ya en cambiarnos. Si no es de esta marca, de otra.
Hiciste una carrera que no te sirve para encontrar trabajo porque no es de las que piden las empresas, tienes que pensar en hacer otra. El máster que hiciste tampoco sirve, lo que aprendiste ya está superado y las empresas ya buscan "otra cosa" (¿el qué?). Tu contrato de teleoperadora está a punto de expirar.
Chico:
¿Cómo es posible que en un coche que sólo tiene seis años te tengas que gastar una pasta porque tiene el embrague hecho polvo? En el certificado de la vida laboral de tu padre recién prejubilado constan sólo tres empresas; en la tuya dieciséis y has tenido contratos de sólo dos días. Has tenido cuatro videoconsolas diferentes. La primera nevera de tu casa duró dieciocho años, la segunda diez y la tercera, está ahora mismo estropeada. Menos mal que todavía le cubre la garantía que da el fabricante de seis meses después de haberla comprado. Unos amigos tuyos y de tu novia ya se han separado. Llevaban ocho meses viviendo juntos.
Todos en General:
Hoy se habla de los setenta, los ochenta y los noventa. Si abrimos un libro de historia, nos dividirán los perídos por los siglos XVII, XVIII, XIX.; si nos remontamos todavía más lejos, se dividirán los períodos en 5000, 4000 ó 3000 antes de Cristo. En una novela del corazón de las de antes, el que era villano moría villano. En un programa del corazón, el villano es bueno o malo en cuestión de días o de ediciones de tarde, de noche o de mañana de los programas del corazón.
Nadie sabe lo que es pasar una tarde contemplando cómo pasa el agua de un río. En general, nadie sabe nada porque no da tiempo de aprender nada.
Bueno, hay dos que sí que saben emplear el tiempo.
Pero nadie tiene el tiempo suficiente para escucharles qué es lo que hay que hacer para tener un buen pasar .
Y este articulillo, que yo quería que fuera más pequeño todavía porque sé que os cansa el leer y queréis que todo sea corto e impactante y no largo y aburrido, no es otra cosa que un homenaje a esa pareja que, ajenos a modas pasajeras, ajenos a las estupideces propias de los que vivimos esta vida más propia de una lavadora programada en centrifugado, son tan sabias como para saber que no tenían otra cosa mejor que hacer que pasar el tiempo juntos. Que todo lo demás no merecía la pena. Que se lo han pasado tan bien que seguro desearán que estos cincuenta largos años (para los patrones actuales, claro) hubieran durado el doble.
Enhorabuena, Josefa y Manuel, por esas bodas de oro que demuestran que no habéis perdido el tiempo.