miércoles, noviembre 22, 2006

Esta mañana estaba desayunando mientras veía las noticias y casi derramo el café del susto. La causa, este nefasto anuncio:
"Zapatero justifica una subida de la tarifa eléctrica para evitar problemas.
El presidente del Gobierno defendió este martes que la tarifa eléctrica debe recoger mejor los costes que soportan las empresas para prestar servicio, porque de lo contrario corren peligro la seguridad de suministro y la sostenibilidad del crecimiento económico."
Yo, otra cosa no tendré, pero puedo presumir de buena memoria. Al leer esta pésima noticia, recordé otro artículo que leí no hace más de quince días: en esa otra funesta ensalada de letras se venía a decir, muy finamente, eso sí, con gran condimento de eufemismos y bien aliñado de hipocresía, que las grandes constructoras buscaban un mercado donde invertir las ganancias de los últimos años, y pensaban "orientar el negocio" en el sector enérgetico. Concretamente, en el de la electricidad.
¡Horror!
No contentos con endeudarnos hasta las cejas a los sufridos españolitos, ahora vienen con sus colmillos a morder los cables de nuestras bombillas. Ahora sí que podemos decir que tenemos un porvenir muy negro: es que las velas no alumbran mucho.
Hace tiempo que he llegado a la conclusión de que los gobiernos no son más que los lacayos de las grandes empresas y que no sirven para otra cosas que para facilitarles sus caprichos y negocios. Me da igual que el gobierno se vista de progresista o de conservador.
Señor Zapatero, si usted se las da de hombre de izquierdas: ¿Por qué da menos valor a mi voto que al de un miembro del consejo de administración de una gran constructora? Si no es así, ¿por qué se pliega ante las decisiones de los que están llevando a la ruina a las clases más desfavorecidas cuyos intereses dice defender?
Ayer me vino la factura de la luz. Por dos meses he pagado 66 euros. Si pensamos que un piso medio de mi ciudad, que en el año 96 valía uno 50000 euros, ahora vale unos 200000,y si deciden ganar tanto con la electricidad como con los pisos, pagaré... ¡ 264 euros de luz cada dos meses!
O sea, que para que el crecimiento sea sostenible, yo tengo que estar más miserable ¿y a nosotros quién nos sostiene? Ahogados por las hipotecas, por los sueldos de miseria, por contratos temporales, señor Zapatero, ¿quién nos sostiene a nosotros?
Si fuera sincero, señor Zapatero, me diría que no es a mí a quien me tiene que rendir cuentas, es al Consejo de administración de la empresa de don Fulano, que no sé por qué, me imagino con la cara del senador Palpatine. Será porque con el precio con el que me quiere cobrar la luz, me va a enviar, a buen seguro, al lado oscuro.