sábado, septiembre 29, 2007


Hoy, en el diario 20 minutos, he visto una noticia sin la cual nuestras vidas carecerían de sentido. Es por ello que me he visto en la obligación de difundirla aquí desde este humilde rincón del ciberespacio que también es el vuestro. Si estabais inmersos en dudas existenciales, ahora sí que podréis liberaros del pesado fardo de la angustia vital. Procedo a dar la importante noticia, aparecida hoy en la versión digital del diario gratuito 20 minutos:
Construyen una mansión para Barbie en París y se ignora el futuro de Ken
* La villa de Mademoiselle B. se exhibirá en un museo de Arquitectura.
* Diez arquitectos colaborarán en la exposición.


http://www.20minutos.es/noticia/282235/0/barbie/mansion/paris/

Creo que para construir mi casa sólo se necesitó un arquitecto, pero claro, no me voy a comparar con los glamurosos muñecos Barbie y Ken. Por cierto, el futuro de este último está más crudo que el de Fernando Alonso en Mc Claren. Algo huele a podrido en Dinamarca. Perdón, quise decir en Francia.
Y sólo comento el titular porque os confieso que no he leído nada en absoluto del cuerpo de la noticia. me imagino que el pobre Ken estará pasando un calvario terrible. Tiene el gran estigma del segundón. Estar a la sombra de una gran estrella como lo es Barbie no es fácil para nadie, y menos para un muñeco de plástico de veinte centímetros que con un sólo diente cubre toda la boca. Por cierto, fijáos bien en su sonrisa para la foto: totalmente forzada.
He de decir que los teleñecos también tenían su casa y nadie se preocupó en sacarlo en portada, pero claro, los teleñecos tenían la nariz gorda y los ojos saltones, no eran tan glamurosos como la cuellilarga Barbie. La prensa se rinde ante la belleza, bien sea de plástico o de silicona, pero nunca de trapo.
No podemos pedir a una revista del colorín que abra su portada con el apartamento en el suburbio de la Rana Gustavo o el chalé adosado de la cerdita Peggy. Sería poco fino y Boris Izaguirre se pondría de uñas. Puede que nos volviera a enseñar el pene como represalia.
Les deseo todo lo mejor en su nueva mansión a Barbie y a Ken. Espero que los rumores de ruptura no sean ciertos y podamos verles felices trotando por la campiña inglesa con el pequeño Pony y comiendo un panal de rica miel con los osos amorosos. Vamos, justo lo que yo querría para mí.