domingo, julio 01, 2007

Cuando empecé a utilizar el Google, y ver la gran utilidad que tenía, pensé que era el fin del prestigio de la memoria -de la nuestra- que tanto ha servido para el progreso humano; Adiós al juego con el pasado para preparar el futuro. Pero no. Luego pensé que alguien se acordó de una manzana cayendo del árbol. Después, descubrió la ley de la gravedad. Alguien se acordó de esa chica que le dijo un no terrible para un adolescente. Después, escribió una novela en el que un personaje se suicida. Por amor, claro está. el juego con la memoria se llama creación. La memoria es el ingrediente indispensable de la inteligencia. Quizá Dios hizo el mundo a través de su memoria.
Hubo muchos que como yo en un principio contribuyeron a la pérdida de prestigio de la memoria por culpa de la llegada del Google, pero no fue sólo eso lo que casi mata la fama de la memoria: unos cuantos años antes, los pedagogos se pusieron en contra de los ejercicios memorísticos que se hacían en la escuela. "¿Para qué memorizar tanto dato, nombre, etc? Está en contra de lo que es el verdadero aprendizaje". Pero claro, se olvidaron (por no tener memoria) que para que se produzca el juego de la creación hay que tener previamente el almacenaje de los datos. Un puzzle no es nada sin piezas.
Y llegó Google: ¿Fecha de la ratificación de la declaración de independencia de los EEUU? 4 de julio de 1776 ¿En qué pueblo nació Confucio? En Qufu. ¿Una frase de Confucio defendiendo el uso de la memoria? "Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro" Con Google creíamos que llegaría la puntilla definitiva a la memoria, porque ya si que estaba todo masticado, no hacía falta recordar nada. Sin embargo, busco en Google: "marca de los zapatos que me hicieron daño en los pies durante toda mi comunión en la que mantuve el tipo como un campeón"- Nada. "Nombre de la primera niña de la que yo me enamoré a los ocho años" .Nada. Datos que guardo en mi memoria con cariño, perfectamente distinguibles entre la nebulosa del qué comí ayer y del qué cené el miércoles por la noche.
"el ser humano puede contemplar el pasado y planear el futuro" me dice la Wikipedia. Gracias a eso, nunca más me compré mocasines de polipiel y procuré enamorarme de una chica que me quisiera. Google no llega hasta donde llega la memoria humana, que se pone en el abismo de la nada, y nos anima a saltar. Y vaya que si saltamos.
No perdáis la memoria, amigos míos. Recurrid a Google, pero no está de más que esa información que recopiléis os la guardéis en el disco duro que tenéis debajo del cráneo, en ese dispositivo que sirve para encerrar la memoria en el presente que ya está siendo futuro. La memoria es divertimento y utilidad. Hagan juego, señores.