jueves, diciembre 27, 2007


Están pasando cosas que me llenan de inquietud, que de algún modo tienen que ver con la sanidad, concretamente con la pública madrileña. Son pequeños indicios que aislados no dicen mucho, pero que si los enlazamos, dan lugar a sospechas inquietantes:
- Mi cuñada ha recibido, junto con su nómina del Hospital en el que trabaja, el Severo Ochoa, una notificación en la cual dice que éste pasará, en el año 2009, a ser gestionado por manos privadas, como ya se hace en los Hospitales de Fuenlabrada, Alcorcón o en el recientemente inaugurado de Valdemoro, o como se va a hacer en los que todavía no están abiertos de Coslada, Aranjuez y Parla, por citar algunos. Por cierto, algunos de ellos van a ser gestionados por constructoras. Conocido el amor de éstas por el lucro ¿Cómo es que se meten en algo tan deficitario como la sanidad universal, pública y gratuita que ha habido hasta ahora?
- Mi hermano estaba viendo uno de esos programas de tertulianos de Tele Madrid, la televisión pública madrileña controlada ahora por el gobierno regional de Esperanza Aguirre. En un momento dado, se dedicaron todos a hacer encendidas loas al sistema de seguros sanitarios de los EE.UU. lo bien que funciona y tal, según ellos.
- La película SICKO, de Roger Moore, no ha sido estrenada en los cines, ni tan siquiera presentada en DVD aquí en España. Para los que no lo sepan, esta película es una acendrada y documentada crítica contra ese sistema sanitario privado norteamericano, tan bien defendido por esos tertulianos desde la televisión madrileña y... Pública, qué gran paradoja. Yo la he tenido que ver mediante una descarga del Emule. Pensaba ir a verla al cine, como la anterior película del señor Moore, Fahrenheit 911, pero no he podido ¿Por qué no la estrenan aquí? ¿Acaso es que la sanidad nos interesa menos a los españoles que los tejemanejes del sucio gobierno actual americano? Yo os aconsejo verla por el medio que fuere. Os pondrá los pelos de punta.
Os contaré una anécdota: hace poco, una amiga regresó de Estados Unidos. Trabajaba como profesora de Matemáticas en los Ángeles. En su estancia allí, tuvo la mala suerte de hacerse una pequeña brecha en la frente -¿Mala suerte? Eso no pasa de ser un pequeño incidente que se arregla enseguida - Dirán muchos. Sí, mala suerte, pues le cobraron 1200 dólares por desinfectarle la herida y ponerle una tirita. Menos mal que su seguro se hace cargo de la factura. Pero pudo ser peor: a un conocido suyo le operaron de apendicitis y le costó la operación unos 36000 euros, a pagar el resto de su vida, pues no tenía seguro que valga.
La pregunta que tenemos que hacernos todos los madrileños es: ¿Qué pretende nuestro gobierno privatizando la gestión de nuestros hospitales? ¿En qué modelo están pensando para la sanidad madrileña del futuro? ¿Cuáles son los planes que tienen? ¿Por qué, ni la oposición, ni los sindicatos, ni la prensa preguntan a Esperanza Aguirre nada sobre las oscuras maniobras que se están llevando a cabo sobre la Sanidad Pública Madrileña?
Otra cuñada mía sufrió un cáncer de mama hace dos años que tuvieron que operar. En hospital público, por supuesto ¿Cuánto habría tenido que pagar en caso de haber sido norteamericana y no tener seguro o tener uno cuya cobertura no cubre ese tipo de operaciones?¿Por cuánto hubieran tenido que malvender su casa?¿Qué difíciles decisiones hubieran tenido que tomar para afrontar la situación? Da escalofríos pensarlo.
Por último, mi sobrina ha estado en con una enfermedad grave que la ha tenido en la UVI de un hospital público por nueve días ¿Cuánto les hubiera costado a mi hermana y mi cuñado esos cuidados de hacerlo por lo privado? ¿Tendrá Beatriz en el futuro un hospital público donde acudir? Creo que la respuesta depende de todos nosotros.