La cuatro de la mañana. Ya estaba con una borrachera bastante considerable. Los recuerdos me son borrosos a partir de este punto. Lo malo es que, sólo unas pocas horas después, recuperaría mi lucidez de la peor forma posible.
Bailé merengues, pasodobles y todo lo que se terciaba con mis amigas que habían venido a la fiesta. Con todas. Y aunque estaba borracho, no pegué un pisotón a ninguna, cosa que tiene mucho mérito para mis pies que calzan un cuarenta y cuatro y para mi cabeza, que a esas horas bailaba todavía más que el resto de mi cuerpo. Menos mal que al día siguente descansaría por lo menos hasta las cuatro. O eso creía yo. A esa hora, ya no estaba yo para iniciar otra maniobra de cortejo: la bengua ze me trababda, eeeh, no. La legua se me traba...traba...trababa y no estaba en condiciones de ser tomado en serio por ninguna mujer; si sobrio estoy en pocas condiciones de ser tomado en serio por ninguna mujer, imagináos borracho. En cambio, Tomás y Roberto, pese a haber ingerido la misma cantidad de alcohol que yo, estaban bastante más serenos. Roberto tenía que aguantar el tipo, no en vano estaba con Raquel, una de las muchachas más guapas del pueblo, a la que habían puesto los ojos incluso gente de las otras pandillas. Raquel era realmente muy guapa y esa noche, el premiado fue Roberto.
Se le veía pletórico: Había traído a sus colegas de Coslada y fueron testigos de cómo una tía de bandera le agarraba por la cadera. Se fue un momento Raquel a donde estaban las chicas, que habían ido a comprar pulseras en los puestos de ls feria. Roberto se quedó con nosotros.
- Tío, no me habías dicho que a ti te gustaba Raquel
- Hombre, estas cosas cuanto menos se sepan, mejor
- Joder, macho, qué callado te lo tenías
- La verdad es que es maja
- ¿y qué vas a hacer? ¿Vas a seguir con ella?
- ¡Y yo qué sé lo que vamos a hacer! Venga, vámonos a ver si nos sacamos unas cervezas a los monos.
Yo no tenía ganas de beber más, pero bueno: sólo se vive una vez, decía una canción de Gabinete Caligari, de un album que habían sacado hacía relativamente poco tiempo.