Hay una noticia que no ha aparecido en ningún periódico ni ha sido comentada por ninguno de los tertulianos que aparecen normalmente en radio y televisión. La noticia es la siguiente:
"Zapatero estrecha la mano a un conocido genocida y torturador"
¡Qué fuerte! Nuestro presidente estrechando la mano al más famoso de los criminales de la actualidad. Sin embargo, nadie se ha hecho eco del asunto. Ni tan siquiera sus enemigos mediáticos más acérrimos, que lo único que han hecho es reírse porque nuestro presidente no sabe inglés. O sea, que para ellos es más importante que nuestro presidente sepa inglés que el estrechar la mano a un genocida.
Genocida: "Hola, Como estás?
Zapatero: "Fine, Thanks"
Bueno, Zapatero dijo lo último en español. Pero en cuestión de corregir a nuestro presidente, yo, el primero. Menudo soy. A mí a corrector no me gana nadie.
Se ha computado hasta el tiempo que ha durado el encuentro. Cuatro segundos. Zapatero ha tenido que excusarse por dedicar tan poco tiempo a un genocida. Un conocido periódico de Internet, "el semanal digital" se lo reprocha sibilinamente con el siguiente titular:
"La excusa que puso Zapatero para justificar su pobre charla con Bush"
Se tienen que hacer cargo los intrépidos reporteros al servicio de la gran empresa que no es fácil sacar temas de conversación con un genocida. Deben ponerse en situación:
Zapatero: ¿Qué tal llevas el trabajo?
Genocida: Pues hombre, la cosa no va mal. Ayer murieron en un mercado 86 personas. De seguir así, tendremos todo el petróleo que queramos allá por el 2057. Bueno, ¿y tú que tal con tus mileuristas?
¡Es que no vamos a comparar algo tan serio como el petróleo con algo tan infantil como los mileuristas, treintañeros inmaduros como son! Un genocida sí que tiene asuntos de importancia. No se pueden comparar los problemas de tan magno hombre con los de un oscuro presidente socialdemócrata de un desconocido país del oeste de Europa ¿O era del sur? ¿o era de los dos? ¿Dónde está España? Por eso, casi todos los artículos de opinión era para señalar la insignificancia de Zapatero frente al gran genocida.
"le han echado,
No le quieren,
pobrecito qué va a hacer,
sólo busca un amiguito,
que lo sepa comprender"
Eso cantaban al perro Tristón en un anuncio de los 80. Vale también para nuestro compungido presidente, que se quedó con la mano tonta. En la prensa enemiga no comprenden que es muy difícil para uno que aspira a ser un buen hombre el hacerse amigo de genocidas.
Debería haber aprendido de su antecesor en el cargo:
"why can’t we be friends,
why can’t we be friends?"
Seguramente Aznar escuchó esta canción del grupo Smash Mouth esforzándose por
entender la letra. Había que aprender inglés: "Estamos trabajandouuu en ello"
Y mientras aprendía inglés a marchas forzadas, ningún diario publicó:
"El presidente Aznar se enorgullece de su amistad con un conocido genocida"