martes, octubre 24, 2006

Mañana vuelvo a ser auxiliar admninistrativo. No en la universidad donde estaba de interino, pero algo es algo: cubro una baja por un permiso sin sueldo. En muchos de los trabajos empiezas así: supliendo a otros trabajadores mientras están de vacaciones, los permisos por maternidad... si les gustas y hay bajas por cubrir, cada vez cuentan más contigo, hasta que consigues un contrato de más duración. Desde este verano, es la tercera vez que me llaman. Lo malo es que desde julio sólo he trabajado un mes y quince días. Menos mal que el resto del tiempo he tenido la prestación por desempleo.
Si habéis leído las entradas anterores , sabéis que no he perdido el tiempo: he estudiado mucho, aunque para las oposiciones nunca es bastante el tiempo que estás delante de los libros. También he mandado currículos, pero con poco éxito. Estoy empezando a maliciar que para las empresas un treintañero buscando trabajo es un bulto sospechoso y ni siquieran me han llamado para hacer una entrevista. Calculo que llevo echados más de ciento cincuenta currículos.
Estoy apuntado también a varios programas de búsqueda de empleo, entre ellos, el de mi ayuntamiento, en el cual me han dejado clarinete que se me buscará empleo en el sector privado y que me olvide de que el programa sea una plataforma para conseguir trabajo en el sector público.
Dejaré para más adelante las ETT. Tengo por norma sólo usarlas para las ocasiones desesperadas, es decir, cuando no he encontrado nada y quedan pocos meses para que se me acabe el paro. Para que te contraten por días y con las pagas extras prorrateadas en la mensualidad siempre hay tiempo (Creo que eso de lo de prorrateado viene de lo ratas que son).
Por último, queda la posibilidad de coger nuestros ahorros y montar una empresa. Esta opción me es especialmente atractiva. Lo malo es que no sé ni por dónde empezar. Esta es una posibilidad para realizar en un futuro, a largo plazo, en caso de que fracase en mi gran intento de aprobar las oposiciones de profesor.
Os confieso que es la primera vez que me preparo en serio una oposición. Las otras veces me presenté por presentarme y me salió bien (tres años de interino como auxiliar administrativo no está mal, aunque hay a otros que les ha salido todavía mejor).
Esta vez quiero que sea la definitiva.
Hoy me he levantado optimista: como puso el gran Muñoz Seca en su genial obra "la venganza de Don Mendo":
-No hay barreras y si las hay, me las salto.
¡Qué buen lema para un escudo de armas de un caballero!