¿Alguien sabe qué es lo que quiere decir este tío con lo de los hipopótamos?
Macho, deberías pensar en ponerte en manos de un especialista. Cada día estás peor.
lunes, febrero 05, 2007
"El mascarón bailará entre columnas de sangre y de números,
entre huracanes de oro y gemidos de obreros parados
que aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin luces,
¡Oh salvaje Norteamérica!¡oh impúdica!¡oh salvaje,
tendida en la frontera de la nieve (...)"
El poema del que procede este fragmento, danza de la muerte, lo escribió Federico García Lorca cuando se encontraba en el Nueva York del Crack del 29. Las cosas pintaban muy mal y nuestro poeta supo plasmarlo. Lo malo es que nada ha cambiado. Todo sigue siendo una cuestión de sangre y de números. Que se lo pregunten a los iraquíes.
¡Qué bien han interpretado su presente los poetas de todos los tiempos!¡qué gran profeta fue Federico! Los poetas van por delante de los demás mortales. Detectan antes que nadie lo malo y lo bueno. Saben lo que nos pasa antes de habernos pasado. Las palabras del buen Federico tienen más vigencia que las de muchos artículos leídos en prensa de la semana pasada, por ejemplo, los del otro Federico sin santos. Lo sublime siempre es más duradero.
Me acuerdo que cuando llegó el año dos mil, se discutía de cuándo empezaba el siglo XXI. El siglo XXI todavía no ha llegado. Todavía dominan las bestias del siglo XX. Esperemos que cuando mueran, su herencia muera con ellos. Saben que el mundo está muy mal hecho, pero viven bien de la chapuza que han ideado para todos los demás. El mundo debe ser nuestro, de los hipopótamos que quieren ser felices.
No es casual que mataran a Federico. Le mataron sin razón, pero no sin motivo, como diría Machado. Ahora se hacen guerras en aras de la libertad. Se hacen números porque hacen libres a una pequeña minoría. Todos los demás somos negros oprimidos de Harlem. Todos somos reyes de África en traje ridículo, haciendo de botones en un hotel.
"ni constructores, ni esmeraldas, ni locos ni sodomitas" dice otra parte del poema. Federico, ¿seguro que no te apellidas Nostradamus? ¿Sabías, acaso, que ibas a morir? ¿Sabes cómo moriremos nosotros? No quiero pensar, leyéndote, que lo sabías, pues me da miedo pensar que va a ser cierto lo que cantaba un loco anarquista que no era anarquista sino un borracho:
"There is no future"
entre huracanes de oro y gemidos de obreros parados
que aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin luces,
¡Oh salvaje Norteamérica!¡oh impúdica!¡oh salvaje,
tendida en la frontera de la nieve (...)"
El poema del que procede este fragmento, danza de la muerte, lo escribió Federico García Lorca cuando se encontraba en el Nueva York del Crack del 29. Las cosas pintaban muy mal y nuestro poeta supo plasmarlo. Lo malo es que nada ha cambiado. Todo sigue siendo una cuestión de sangre y de números. Que se lo pregunten a los iraquíes.
¡Qué bien han interpretado su presente los poetas de todos los tiempos!¡qué gran profeta fue Federico! Los poetas van por delante de los demás mortales. Detectan antes que nadie lo malo y lo bueno. Saben lo que nos pasa antes de habernos pasado. Las palabras del buen Federico tienen más vigencia que las de muchos artículos leídos en prensa de la semana pasada, por ejemplo, los del otro Federico sin santos. Lo sublime siempre es más duradero.
Me acuerdo que cuando llegó el año dos mil, se discutía de cuándo empezaba el siglo XXI. El siglo XXI todavía no ha llegado. Todavía dominan las bestias del siglo XX. Esperemos que cuando mueran, su herencia muera con ellos. Saben que el mundo está muy mal hecho, pero viven bien de la chapuza que han ideado para todos los demás. El mundo debe ser nuestro, de los hipopótamos que quieren ser felices.
No es casual que mataran a Federico. Le mataron sin razón, pero no sin motivo, como diría Machado. Ahora se hacen guerras en aras de la libertad. Se hacen números porque hacen libres a una pequeña minoría. Todos los demás somos negros oprimidos de Harlem. Todos somos reyes de África en traje ridículo, haciendo de botones en un hotel.
"ni constructores, ni esmeraldas, ni locos ni sodomitas" dice otra parte del poema. Federico, ¿seguro que no te apellidas Nostradamus? ¿Sabías, acaso, que ibas a morir? ¿Sabes cómo moriremos nosotros? No quiero pensar, leyéndote, que lo sabías, pues me da miedo pensar que va a ser cierto lo que cantaba un loco anarquista que no era anarquista sino un borracho:
"There is no future"
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