martes, febrero 05, 2008


Creo que ésta es la primera vez que voy a hablar de fútbol y de dinero, así que os podéis hacer una idea de lo que me gustan ambas cosas...
¿Pero cómo voy a adorar a unos tipos que ganan más dinero que yo, que tienen una casa mejor que la mía y una vida bastante más fácil que la mía? Aunque viéndolo por otro lado, nos pasamos la vida adorando a la gente que tiene una vida mucho más fácil que todos nosotros. No acabo de entender, por ejemplo, cómo Britney Spears se autodestruye de esa manera, teniendo el cariño de sus fans, pudiendo estar toda su vida haciendo nada y disfrutando de sus millones.
Una vez alguien me dijo que un pobre se diferencia de un rico en que este último apenas habla de dinero, pero sí de compras, y el primero se pasa la vida hablando de dinero y apenas de compras. Seguramente, un jugador como Raúl, que lleva percibiendo 6 millones de euros anuales desde hace bastante tiempo seguro que no se acuerda ni lo que tiene en la cuenta corriente. Yo creo que ni de dónde tiene en la cuenta corriente, si en Suiza o en Madrid.
El dinero no es fácil de conseguir, como tampoco lo es hacer contorsionismo o ser mago. Por eso, cuando miramos a una contorsionista o a un mago, valoramos su quehacer y les concedemos nuestro aplauso. Amasar dinero es un prodigio más como algunos trucos de magia. Por cierto, como las palomas, el dinero también se volatiliza.
Pero creo que un mago o un contorsionista merece más el aplauso que un rico. Y yo, desde aquí, incluiría a todo aquél que hace bien su trabajo. Salvo los futbolistas, que ya bastantes halagos reciben en forma de ceros a la derecha en sus contratos. Encima que ganan tanto, como para aumentarles más si cabe su ego. Faltaría más.
A casi nadie de mi entorno le gusta el fútbol. Mejor. Menos partidos me tengo que tragar.
Y para terminar, un poema de Quevedo:
PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.