domingo, noviembre 19, 2006

Me gustaría saber muchas cosas, pero sobre todo y por cuestiones de supervivencia, me gustaría saber más de economía. También por enmendarles la plana algunos neoliberales sin entrañas.
De economía no sé lo suficiente, es verdad, pero de historia sé algo más. Por ejemplo ¿Cómo salió los Estados Unidos de las crisis del 29? No, no fue por los grandes millonarios yanquies que pusieron sus fortunas al servicio de la regeneración del país; parece ser que fue por un excelente presidente demócrata llamado Franklyn D. Roosevelt que por un programa de reformas sociales (new Deal), sacó a América del arroyo.
Curiosamente, este programa se basaba en el intervencionismo estatal de la economía. Se basaba en las ideas de un economista clásico llamado Keynes, que aunque era un liberal, creía que el estado debería intervenir en ciertas parcelas (educación, sanidad, e incluso en la visión más derechista de sus ideas, en la defensa). Los resultados de aplicar una teoría económica en la cual era el estado el gestor principal, trajeron muchísimos beneficios, sobre todo a la clase trabajadora.
Después de la segunda guerra mundial, fueron muchos los países que llevaron a la práctica planes parecidos al New Deal. Gracias al éxito de la aplicación de esos planes, muchos países europeos crecieron de manera espectacular, y se pudo invertir en sanidad, educación, etc que a su vez, generaron más riqueza. En definitiva: como se invirtió en la mejora global de la calidad de vida de los pueblos, se empezó a oir hablar de el conocido término de Estado de bienestar, que ya sabéis lo que significa en lenguaje llano: que todos tengamos nuestras necesidades cubiertas.
El crecimiento más sorprendente de estos países fue el de las República Federal Alemana que, en menos de veinte años, consiguió volverse a poner a la cabeza de las grandes economías mundiales, donde los trabajadores gozaban de unas rentas y estilo de vida envidiable.
Muchos nostálgicos franquistas suelen decir que el gran despegue español que se produjo unos pocos años después de la posguerra fue debido a la enorme pericia del dictador; pues no. Aunque España era un país que estaba aislado del mundo, los tecnócratas que el tirano designó, procedentes casi todos del Opus Dei, sí estaban muy al tanto de las corrientes que en materia económica circulaban por el mundo, además, eso que preconizaba Keynes del estado intervencionista se ajustaba muy bien a una dictadura y ellos fueron los principales culpables de que los españoles se mortificaran viendo en el NODO a Franco inaugurando pantanos.
De esta época es también la creación del INI (Instituto Nacional de Industria) que dio lugar a cantidad de industrias estatales que después de un lavado de cara, fueron vendidas y convertidas en sociedades anónimas allá por el año 1992. Cuatro perras les costaron a los tiburones de las finanzas que las compraron. Se llevaron gangas que tanto dinero y esfuerzo habían costado a todos los españoles. Por aquel entonces, hasta los gobiernos socialistas se apuntaban a la moda de la privatización. Pero estoy adelantando acontecimientos.
Volviendo al tema que nos ocupaba, el éxito de Franco y sus tecnócratas (parecen el nombre de un grupo pop de la movida) fue debido a la aplicación de una economía basada en lo que se estilaba en América y en la Europa que no estaba en el lado este del telón de acero.
Es obvio que este tipo de Economía trajo a los pueblos enormes beneficios que no sólo se traducían en dinero contante y sonante, sino que encima les quitaba de la cabeza quebraderos importantes en materia de sanidad, educación... e incluso vivienda. Esa política de alquileres baratos de casas que proporcionan los gobiernos de Holanda, Suecia o Francia surgió en aquella época.
Por supuesto hubo muchas otras cosas buenas: las medidas de protección del trabajador frente al despido, las vacaciones pagadas, las autopistas, las bibliotecas y un largo etcétera.
Pero riqueza tan grande puso los dientes largos a muchos, y cortadas las melenas jipis y rapadas las barbas, muchos se pusieron a leer a un tal Milton Friedman, líder de la Escuela de Chicago, y siguiendo las enseñazas de éste, decidieron que ya estaba bien de estado protecccionista, pues como dijo el gran economista "Protección es igual a explotación"
Como buenos liberales, nos quisieron quitar las cadenas del estado opresor. Abajo la sanidad pública, muera la educación alienante del estado, ¿por qué tenemos que pagar el teléfono o la electricidad a una sola empresa que nos han impuesto contra nuestra voluntad? ¿no es eso un monopolio? ¿No va eso en contra del libre mercado?¡Liberación es igual a privatización!¡Viva la libertad!
Y privatizando privatizando, en algunos países la sanidad es para quien se la puede pagar, la educación pública está dejada de la mano de Dios y nos han subido la factura del teléfono y de la electricidad.
Otra de las ideas geniales por las que se guió Milton Friedman es aquello de “Comprar al que vende más barato y vender al que pague más” y claro, como el que vende más barato son los gobiernos asiáticos por eso de que tienen la mano de obra tirada de precio, pues nada, a tener a la gente esclavizada haciéndonos zapatillas por cuatro chavos, ¿has visto las que me he comprado? Me han valido 120 euros. Un poco caras, pero molan.
Muchos, como yo, se preguntan cómo es posible que a este tío le hayan dado el premio Nobel de economía.
A lo mejor los que deciden a quién otorgar el premio son unos jipis fumados.
Por cierto, ¿A que no sabéis cuál es el país donde más y mejor se han aplicado las ideas de la Escuela de Chicago?
En la paupérrima Argentina. Si queréis buenos neoliberales, preguntad por los ministros del sinver... del señor Carlos Menen.
Bueno, yo no sé cuánto durará esta dictadura neoliberal. Ya os he dicho que no entiendo de economía y tampoco entiendo de ciclos. Me gustaría que esta chifladura durara poco, y que me perdonen los anarquistas, pero viva el Estado...
..de bienestar.