sábado, noviembre 17, 2007

Una de las frases que más me incomoda es oír a alguien "fulano no tiene personalidad" Pues bien, yo no he conocido a nadie sin personalidad, no siquiera al hombre invisible, que andaba por ahí desquiciado intentando encontrarse a sí mismo.
La gente tiene personalidad, otra cosa es que quieran enseñarla; la gente tiene criterio, otra cosa es que lo diga en reuniones; la gente por dentro puede estar cabreada; otra cosa es que lo exteriorice. Curiosamente, a la persona que más he oído decir "fulano no tiene personalidad" es una que cambia de estilo de ropa con mucha frecuencia, que asume todos los estereotipos de moda y se compra todos los cacharros que el mercado le pueda ofrecer ¿Eso es tenerla? Según su idea, me temo que no. Sin embargo, cosifica a los demás con crueldad, los deshumaniza.
Para mucha gente, el tener personalidad significa ser un poco primitivo; nadie definiría a un vaquero del cine como un ser sin carácter. Por mucha caracartón que fueran en los western John Wayne y Clint Eastwood, aunque más bien hablaran poco, se les definía como tipos de carácter porque mataban a los malos y no tenían dilemas morales de ninguna naturaleza. Gracias a las películas del oeste, las pistolas confieren personalidad; por eso, los héroes de las películas de acción de los ochenta lucían pistolones o metralletas enormes, en un intento de suplir con armamento la carencia de carisma.
Obviamente, todos tenemos personalidad. Podemos tener más o menos carácter, guardarnos mucho o poco de exteriorizar las emociones, pero en ningún momento dejamos de tener personalidad. Sólo creen eso los que cosifican a sus semejantes, que por desgracia hay muchos.
Pueden no tener personalidad los personajes de una película, de un cómic, de una novela, de una obra de teatro porque no todo el mundo sabe crear un personaje con profundidad psicológica, que tenga la apariencia de ser real. Lo que sí está claro que todavía no he conocido a un ser humano desposeído de personalidad.
En fin, que es una frase errónea que me temo seguir escuchando para definir a las personas. Pues vaya cosa.