jueves, noviembre 02, 2006

Hay cosas que no entiendo.
Por ejemplo, siendo Sharon stone tan lista (160 de coeficiente intelectual), ¿por qué en vez de dedicarse a una olvidable carrera de actriz no se dedicó a descubrir cosas?
O mejor aún ¿por qué no se dedicó a sacarse las oposiciones a la primera?
Sharon Stone tenía dos opciones: o vivir de su mente o vivir de su cuerpo. Es una suerte, porque la mayoría de los seres humanos carecemos de una de las dos o directamente de las dos. El caso es que se decidió por la segunda: lucir palmito en el cine.
Muchos pondrán el grito en el cielo porque dirán que ser actor no es ser un mero figurín, y yo les digo que salvo Casino, Sharon Stone no ha hecho otra cosa que lucir su excelente figura en infumables películas que no valían ni para acumular polvo en los videoclubes. Acuérdense de Atrapada, de instinto básico I y II (sobre todo esta última) y una que hace de vaquera que ni me acuerdo el nombre.
¡Vaya bazofia de carrera artística!¡Sólo una interpretación memorable en más de dos décadas!¿Cómo es esto posible, en una persona tan inteligente?
Se supone que con ese cráneo privilegiado le quedarán neuronas más que de sobra para elegir con criterio las películas donde va a salir. Pues no: elige papeles que son un insulto a toda la inteligencia, menos a la suya.
Señores, éste sí que es un enigma y no el de las pirámides.
¿No será que Sharon Stone le halaga más que hablen de su culo que de su cabeza?
Aunque visto de otro modo, a lo mejor quiso ser actriz porque vida en la tierra sólo hay una, y es mejor estar pisando alfombrillas rojas que celebrar tu cumpleaños con una ratita de laboratorio como invitada especial antes de diseccionarla. No lo sé.
Agradezcamos a la providencia que Einstein no fuera muy agraciado y que en el cine entonces no se recurriera tanto al seudoerotismo que tantos dones y bienes materiales a reportado a Sharon Stone.
Por cierto, guapísima e inteligentísima, si quieres hacer algo útil, preséntate a la oposición por mi. Reina.