martes, octubre 31, 2006

El tiempo.
Esa cosa que se me escurre entre los dedos y que me hace sentir el vértigo del que está justo en frente del abismo: "Recuerde el alma dormida" (jorge Manrique); "soy un fue, un será y un es cansado" (Quevedo); "El día tendría que tener 4 horas más" (Modestia Aparte).
Ayer estaba en agosto y hoy estoy en noviembre. Hace diez años me emborrachaba en el pueblo donde veraneaba, hace cinco en la playa, y hoy estoy aquí y casi puedo sentir la resaca del día siguiente. Hay gente que creo de mi edad que me llama señor, y noto que mi atuendo y modo de vestir son disímiles a los de esa gente. Por ejemplo, todavía me meto las camisas por dentro y no se me ocurre sacarme los calzoncillos por fuera. También llevo zapatos, cuando lo ideal sería llevar esas estupendas zapatillas que hacen que el pie parezca más pequeño. Desconozco algunos grupos musicales que están pegando ahora. Utilizo el verbo "pegar" en el sentido de "tener éxito". No utilizo abreviaturas cuando escribo en el móvil. No sé exactamente, aunque lo intuyo, qué significa "tener un amarillo". Miro con cierta intolerancia los errores que cometen la gente más joven que acaso sean los mismos que cometía yo hace doce años.
La posibilidad de ser padre no me aterra, sino que me entusiasma. Tengo cincuenta euros en el bolsillo cada vez que salgo a tomar una copa. Suelo cenar sentado y no de pie. Me encantaban los botellones, (nadie habla de lo mucho que se habla con los amigos en los botellones), pero ahora me da corte el hacerlos. Mis padres ya no son "los plastas" y les comprendo y me arrepiento de muchas de las cosas que les he hecho.
Me aterra pensar que mi amigo me ponía esa copa en un bar de Alonso Martínez ya no trabaja de camarero, sino que es gerente de comunicación de una gran empresa. Mi hermana ha tenido un hijo.
Dentro de pocos meses, mi chica y yo haremos diez años.
La lástima es que no hubieran durado el doble.

lunes, octubre 30, 2006

¿En qué se parece un becario a un chicle?
En que se les puede estirar con facilidad, pues no hay peligro de que se rompan, se les mastica mucho para sacarles todo el sabor, son baratos y hechos para durar poco.
Como ventaja que tienen los becarios sobre los chicles es que no provocan caries ni antes ni después de las comidas.
Espero no ofender a ningún becario con estas palabras, le recuerdo que sus "cualidades" no son fruto de su propia voluntad, sino que vinieron impuestas por mal nacidos.
Hace poco, un tal Felipe González dijo en una de esas conferencias que le invitan a dar que el mercado laboral español debería ser más flexible. Más competitivo, dicen otros.
Pues bien: no hay nada más flexible y competitivo que un becario.
Con un dirigente histórico así, al final van a tener razón los que quieren quitar la O de Obrero al PSOE: creo que hasta el propio Felipe González lo propuso, entre bambalinas, en un congreso. Para "actualizar" el partido. Para hacerlo más neoliberal, creo yo. Esto último, seguro que lo pensaba, pero no lo dijo. Sería tener demasiado descaro.
Hay que ser claros: no hay nada más competitivo que un obrero al que se le paga por debajo del nivel de subsistencia y que se le pueda despedir cuando venga en gana.
No hay nada mejor que un becario.
No sé si os acordáis que allá por los noventa, en tiempos de mandato de este presidente (el tercero de la democracia, descontando Arias Navarro, por supuesto), se sacó de la manga el contrato en prácticas. Con ese contrato, la gente trabajaba ocho horas al día por una media de 45000 pesetas al mes. En teoría, ese contrato servía para facilitar la entrada al mercado laboral de los jóvenes.
Por fortuna, terminó por derogarse tamaña porquería. Más que nada, porque era una mierda incomible. Pese a eso, Javier Solana, ministro de entonces y ahora gran euro sinvergüenza, lo defiende todavía hoy en una entrevista reciente que le hicieron y que tuve oportunidad de leer.
Lo que no se derogó fue la ley que autorizaba las empresas de trabajo temporal, hecha también en aquella época de gobierno de los mal llamados socialistas, y que aún hoy estamos padeciendo.
En definitiva: cuando llegaron los populares al poder, ya tenían todo el trabajo sucio hecho.
Estaba yo con estas reflexiones en mi trabajo, porque en el Departamento en el que estoy, mucho de la labor que hay se hace por medio de las prácticas de los becarios. Concretamente, las becarias que aquí están lo hacen para completar el programa de un módulo. No cobran nada y trabajan como el que más. Lo hacen muy bien, por cierto. Hay algunas que son muy listas y hasta se permiten el corregirte. Yo, humildemente, acepto la corrección.
Hace tiempo os hablé de un amigo informático que trabajaba en una multinacional. Mi amigo ha triunfado en su oficio, pues ha llegado a dirigir una sección. Por desgracia, tiene como rémora que no domina la lengua de Shakespeare. Pues bien, sólo ha tenido que ponerse en contacto con el departamento de Recursos Humanos y desde allí le han facilitado un becario, licenciado en gestión y administración de empresas, que no sólo sabe inglés, sino también alemán. Mi amigo le tiene para negociar con otras filiales de la firma. Todo, por trescientos euros al mes, cuarenta horas a la semana. Joder, obrero más rentable que ése, ni los ciudadanos de algunos innombrables países asiáticos que consienten el trabajo inhumano para nefastas multinacionales foráneas.
Si tenéis una empresa, pero os da miedo la informática, tocando las teclas adecuadas podéis llegar a tener a todo un programador júnior por menos de 400 euros mensuales. Os pondrá la empresa en orden y funcionando en menos de ocho meses. Conozco empresas que cada año renuevan su plantilla de becarios ¿Para qué tener uno viejo, resabiado y conocedor del percal, pudiendo tener un joven e inocente, con esperanzas de un futuro que jamás se hará realidad en esas empresas?
El truco llevan años haciéndolo, por ejemplo, en las redacciones de los periódicos, da igual la ideología. Tú eres un joven idealista, licenciado en periodismo, que ha hecho la carrera no sin un punto de romanticismo, y te encuentras en una redacción, de la cual no sabes a qué hora vas a salir, haciendo el trabajo de un jefe con mucha menos formación que tú, que a lo mejor no es ni licenciado en periodismo y que encima consiente que te paguen trescientos euros, de los cuales, tienes que deducir los gastos de desplazamiento hasta la empresa y por supuesto, la comida, pues no tienes derecho ni a los vales de restaurante que dan a tu jefe y eso que gana 6000 euros al mes.
Dáte con un canto en los dientes: has tenido suerte ya que tienes nómina, porque podría haber sucedido que estuvieras haciendo un infame master de periodismo por el que has pagado más de seis mil euros y cuyas prácticas son obligatorias. Eso sí, a lo mejor te quedas en la empresa donde las haces. Que se lo pregunten a los que están trabajando en la pollería después de hacer ese mismo máster que estás haciendo tú.
En definitiva, estás pagando por trabajar. Bueno, mejor dicho: estás pagando por que "a lo mejor" más adelante, te contratan; sí, en la pollería.
Es el clásico truco de la zanahoria atada a un palo para que el burro ande, sólo que hecho con humanos.
¿Sabéis lo que yo creo? Que, al final, lo que se persigue es que en realidad todos seamos becarios y por eso cogen a las generaciones más jóvenes para que empiecen a acostumbrarse.
Es que la educación y la formación es muy importante y debe estar al alcance de todos. Debe ser barata, que hay que reducir costes...
... de los explotadores

sábado, octubre 28, 2006

Bueno, sábado sabadete.
Después de mis horas de limpieza primero y de estudio después, me dispongo salir con mi chiquilla a una noche de teatro. Bien.
No solemos ir tanto como nos gustaría; siempre vamos más en esta época, en otoño, que es buen tiempo para meterse en tragedias y comedias, cuando fuera del teatro hace frío y dentro recibes el calor de las emociones representadas por los actores.
Debería ver más teatro clásico, por la cosa de la oposición, pero he decidido con alma de pequeñoburgés meterme en una comedia y distraerme, que mis pesares son muchos y quiero a la vez premiar a mi chica con una salida especial por escuchar mis lamentos.
¡Qué día le di ayer! tenía de esos días en los cuales me acosan los fantasmas de mi cerebro y lo pagué con la compañera de mis días. Qué malo es dejar que los pensamientos negativos hagan un pim-pam-pum en las paredes de tu cerebro como si fueran pelotas de squash. Tú no haces más que devolverlos contra la pared y una y otra vez tienes que golpearlos de nuevo, porque vuelven y vuelven.
lo bueno que tiene el sueño es que no sólo te recarga las energías, sino que a veces te devuelve a las mañanas con un optimismo que sustituye a la negrura con la que te acostaste. Eso es lo que me ha pasado hoy.
Estoy optimista porque tengo trabajo (aunque sea temporal) y porque tengo esos días en que pienso en que todo va a salir bien y me voy a sacar las oposiciones.
Os hablé hace unos pocos días de una oposición que hicimos mi familia y yo.
Pues bien; no aprobamos ninguno. Enhorabuena a los sesenta que sí lo hicieron. Bueno, a la parte de ellos que sí lo hicieron en buena ley.
Nos enteramos que el examen estaba amañado: no contentos con obligarnos a hacerlo a lápiz, sin darnos copia del mismo ni publicar las respuestas, encima, nos hemos enterado de que hubieron copias circulantes de ese mismo examen antes de que éste se produjera. Una vergüenza.
Hay gente que ha denunciado. No descarto que yo mismo lo haga. Ya se repitió una vez porque el tribunal alegó "defectos de forma" y sí, se repitió. Pero esta vez creo que no porque la iniciativa de la impugnación no viene a través del propio trribunal, sino de personas que hicieron el examen. En esa casa han hecho siempre lo que les ha dado la gana y todo tiene indicios de que va a seguir siendo así.
Si hay alguien leyendo esto que participó en el examen y quiere colabrar en el proceso de denuncia, que deje su correo electrónico para poder ponerme en contacto con él.

jueves, octubre 26, 2006

No voy a soltar el tópico de que vivimos tiempos difíciles ¡Ups! ya lo he soltado. Si has leído un libro de autoayuda, la cosa se vuelve más difícil todavía.
Es duro afrontar el hecho de que resulta que tu situación actual es consecuencia de que has llevado una conducta equivocada toda la vida: los próceres de la ética y de la moral te han dicho que no hiceras esto o lo otro, los sacerdotes de la autayuda te han dicho queno pienses esto o lo otro: vamos, que para ambos grupos de adelantados no eres más que un criajo al que le tienen que enmendar la plana, aunque tengas 46 años.
Normalmente solemos recurrir a los libros de autoayuda cuando tenemos una situación difícil. Si leemos entre líneas, la mayoría suele decir que la culpa es tuya. Un ejemplo: supongamos que te ha dejado tu chico, que se ha ido con otra. Tú lees el libro de autoayuda y con su sugestiva prosa te ha hecho pensar que la culpa ha sido tuya por no haber sabido darle lo que él buscaba y si es el caso contrario, lo mismo. Vamos, que muy finamente te dicen que la culpa la tienes tú.
Si os fijáis, la mayoría de tratados de autoayuda suelen venir firmados por un yanqui. Todos sabemos que los norteamericanos son muy dados a culpabilizar al individuo de sus fracasos; si, por ejemplo, te echan de la empresa, la culpa la tienes tú, bien por no ser el tío más competente de la galaxia o bien por no haber montado tu propia empresa para dejar de depender de otros, (Córcholis, que ya no eres un crío) Predican que somos los responsables de nuestro mal fario: las víctimas no inocentes.
Un becario de periodismo es culpable de que le paguen 400 eur0s. Un albañil muerto en un andamio es culpable de que su empresa no tenga las suficientes medidas de seguridad. Una mujer aporreada es culpable d las palizas que le da su marido.
Yo soy culpable del calvario de paro y precariedad que estoy atravesando: ¿a quién se le ocurre estudiar una carrera de humanidades?¿Eso para qué sirve? No he estudiado lo adecuado, debería haber estudiado, por ejemplo, Economía, esa sí que es una buena carrera ¿No es fabuloso lo que hacen algunos economistas? Me refiero a eso de pronosticar algo, equivocarse, y después que les paguen por hacer el análisis del por qué se han equivocado. Es genial, sacar dinero del error. Eso sí que es magia.
Son esos mismos que han decidido para que mi país sea más rico, la gente de mi clase tiene que tener más precariedad y más paro. Genial paradoja, y no las de los clásicos. Muchos que piensan así sientan cátedra en la universidad y van a conferencias donde propalan sus siniestras sandeces a modo de peste. Desde luego, son parte responsable de la miseria del mundo.
El sistema al que contribuyen con su mal llamada sapiencia es centrífugo: expulsa a los individuos fuera de él. Como las oposiciones: es una forma clarísima de rechazo de los individuos, la metáfora perfecta de darwinismo social: el mejor adaptado es el que gana .Pero sabemos que aprobando unas oposiciones no garantizará que seas buen médico, buen juez, buen administrativo, ni buen nada. No son garantía de que seas buena persona. Quizá lo único que prueben es que tienes buena memoria y que no andas mal de entendederas.
Si llego a ser profesor, seré tan buen o mal profesor como lo pueda ser ahora sin las horas de estudio que me faltan. No os creáis que porque llegue a saber el temario de memoria seré mejor profesional, ni mucho menos.
¿sabéis cómo me siento? Como si volviera a ser el espermatozoide que fui en busca de un Óvulo. Si ya triunfé una vez, ¿por qué no puedo dormirme en los laureles?
Bromas aparte, si estáis mal, no busquéis consuelo en los libros de autoayuda. No sirven. Son como el prozak: te dan evasión, pero no resuelven el problema.
En fin. Me gustaría mucho poder ayudaros. Con hechos, no con palabras. De momento sólo puedo desearos que todo os vaya lo mejor posible, que seáis felices.
Vamos, lo mismo que quiero para mi.

miércoles, octubre 25, 2006

Hoy ha sido mi primer día de trabajo desde hace mucho tiempo y bueno, se me había olvidado lo que era eso.
¡Qué mala es la sensación del novato! Había estado antes trabajando allí pero en otro lugar distinto y ahora tengo que aprender cosas nuevas; parece mentira que se eche de menos la monotonía del trabajo que he hecho mil veces.
Cuando estaba de interino, tuve la sensación de novato el primer mes y parte del segundo. Cuando pasó un tiempo, me encantaba entrar en el despacho y saber exactamente qué labores tenía que hacer en toda una jornada.
Ahora, como no sabes lo que se cuece, mendigas con la mirada una tarea que te tenga distraído, a ser posible hasta la hora de la salida. Te sientes incómodo cruzado de brazos. Más que nada, por ser temporal y porque dependes de la opinión de otros de cara a una futura renovación.
Esto es una auténtica falta de libertad, puesto que te impide decir lo que opinas o lo que sientes, y debes moverte en la hipócrita diplomacia que es un entorno laboral. Yo creo que el gran éxito del Dr. Hause es precisamente que dice todo lo que piensa, cosa que los demás nos movemos en una neblina de tabúes y engaños que nos hace ser menos nosotros.
Hace poco, echaron un episodio en el que un paciente se refería la doctor Hause en estos términos:
"Debe ser un genio, porque si fuera idiota, ya estaría en el paro" La frasecita no me sentó muy bien, porque es como decir que todos los parados están en dicha condición por idiotas.
Hay otro dicho que dice que a los genios y a los idiotas todo se lo consiente.
Bueno, genio no seré, pero por lo menos idiota no lo soy porque son muchas las cosas que no se me consienten.
Como poder cagarme en la madre de alguien cuando veo o me hacen una felonía en el curro.
Maldita sociedad de los eufemismos y de las apariencias.

martes, octubre 24, 2006

Mañana vuelvo a ser auxiliar admninistrativo. No en la universidad donde estaba de interino, pero algo es algo: cubro una baja por un permiso sin sueldo. En muchos de los trabajos empiezas así: supliendo a otros trabajadores mientras están de vacaciones, los permisos por maternidad... si les gustas y hay bajas por cubrir, cada vez cuentan más contigo, hasta que consigues un contrato de más duración. Desde este verano, es la tercera vez que me llaman. Lo malo es que desde julio sólo he trabajado un mes y quince días. Menos mal que el resto del tiempo he tenido la prestación por desempleo.
Si habéis leído las entradas anterores , sabéis que no he perdido el tiempo: he estudiado mucho, aunque para las oposiciones nunca es bastante el tiempo que estás delante de los libros. También he mandado currículos, pero con poco éxito. Estoy empezando a maliciar que para las empresas un treintañero buscando trabajo es un bulto sospechoso y ni siquieran me han llamado para hacer una entrevista. Calculo que llevo echados más de ciento cincuenta currículos.
Estoy apuntado también a varios programas de búsqueda de empleo, entre ellos, el de mi ayuntamiento, en el cual me han dejado clarinete que se me buscará empleo en el sector privado y que me olvide de que el programa sea una plataforma para conseguir trabajo en el sector público.
Dejaré para más adelante las ETT. Tengo por norma sólo usarlas para las ocasiones desesperadas, es decir, cuando no he encontrado nada y quedan pocos meses para que se me acabe el paro. Para que te contraten por días y con las pagas extras prorrateadas en la mensualidad siempre hay tiempo (Creo que eso de lo de prorrateado viene de lo ratas que son).
Por último, queda la posibilidad de coger nuestros ahorros y montar una empresa. Esta opción me es especialmente atractiva. Lo malo es que no sé ni por dónde empezar. Esta es una posibilidad para realizar en un futuro, a largo plazo, en caso de que fracase en mi gran intento de aprobar las oposiciones de profesor.
Os confieso que es la primera vez que me preparo en serio una oposición. Las otras veces me presenté por presentarme y me salió bien (tres años de interino como auxiliar administrativo no está mal, aunque hay a otros que les ha salido todavía mejor).
Esta vez quiero que sea la definitiva.
Hoy me he levantado optimista: como puso el gran Muñoz Seca en su genial obra "la venganza de Don Mendo":
-No hay barreras y si las hay, me las salto.
¡Qué buen lema para un escudo de armas de un caballero!

lunes, octubre 23, 2006

Os quiero contar una historia que ocurrió no hace mucho. El quince de junio de 2006 salía publicada esta noticia, de la cual os pongo un fragmento.

SERVIMEDIA

"Ya ha entrado en vigor la reforma laboral pactada con el ejecutivo, la patronal y los sindicatos (...) que pretende fomentar el empleo fijo y evitar el encadenamiento de contratos temporales (...)
Es el caso, por ejemplo, de la medida en función de la cual un trabajador que lleve 24 de los últimos 30 meses en una misma empresa con dos o más contratos pase automáticamente a ser indefinido (...)"
- Leches, pero si es mi caso. Llevo tres contratos encadenados, todos para un mismo puesto y encima no llevo dos, sino tres años en el mismo puesto de trabajo.
Corrí a llamar a un compi que estaba en mi mismo caso.
- Macho, ¿sabes que según lo que se dice en estas noticias, nosotros podemos solicitar la conversión de trabajadores temporales a fijos?
- Anda, anda, tú estás fumao. ¿Desde cuándo va a pasar un interino de la administración a fijo así, por las buenas, por el artículo 33?
- Que sí, que sí tío, que aquí lo pone. Te mando el artículo entero por correo electrónico.
Nos despedimos y colgamos. Espero un rato haciendo mis tareas. Al poco, me llama mi compañero.
- No puede ser tío, ¿pero cómo van a consolidar empleos temporales de la administración por las buenas?
- Me dirás que es la primera vez que ocurre.
- Joder, pero eso hace muchos años, que no había el control de ahora.
- Y un pimiento. Ya te conté el caso de una compañera que estaba de laboral como nosotros en una universidad y que por un proceso restringido, la hicieron fija. De eso, no hace ni dos años. Estaba con el mismo tipo de contrato que nosotros y ahora ya se ha quitado de problemas.
- Venga, tío ¿éso quién te lo ha contado?
- Joder, que la conozco yo, que es amiga mía y es una tía que no miente.
- Mira, no me creo que nos vayan a hacer fijos por nuestra cara bonita.
- Bueno, bueno, pues no te lo creas. Yo, por lo pronto, a lo mejor contrato a un abogado para que me lo lleve. Venga tío, ya te contaré lo que averigüe.
- Si, si, pégame un toque cuando sepas algo más.
Llamo a mi madre.
- Hola mamá, ¿has visto las noticias?
- Me lo acaba de decir tu mujer, que he estado hablando con ella. ¿Se lo has dicho tú?
- Si, le mandé un correo electrónico.
- Ay, qué alegría, hijo mío. A ver si puedes hacer algo.
- La verdad es que no sé a quién acudir. Hablé hace tiempo con un tío de aquí del sindicato y la verdad, no me merece mucha confianza, ¿te acuerdas? Ése que dijo que sólo podía defender los intereses del personal laboral fijo y del funcionario también fijo, porque la plantilla temporal al ser un colectivo inestable "y de cierta volatibilidad" sólo se le podía defender en cosas puntuales, pero nunca podrá defender nuestro deseo de consolidación de plazas porque va contra la ley.
- Bueno hijo, ya sabes cómo son.
- Ya mamá, pero esta ley demuestra que yo tenía razón cuando le decía que si querían defender de verdad a los compañeros, lo que deberían hacer es luchar porque la administación predicara con el ejemplo y hacer que sus trabajadores temporales actuales se conviertan en fijos.
- Ay, hijo, ojalá tengas razón. ¿Sabes lo que puedes hacer? Hace poco, la hija de una conocida mía habló con una abogada laboralista que ofrece asesoría jurídica gratuita a la gente del municipio. ¿Por qué no la telefoneas? A ver qué te dice.
Después de una pequeña labor de investigación, logre dar con el teléfono de la abogada. Era una persona muy amable y parecía bastante despierta. le conté mi caso, y ésto fue lo que me contestó:
- Bueno, la verdad es que todavía no he tenido tiempo de leerme la ley, pero a priori no te puedo dar esperanzas; tendrías que meterte en un proceso bastante largo y no las tienes todas contigo. Para empezar, la ley del funcionariado viene a decir en una de sus partes que las consolidaciones del tipo que tú me hablas va en contra de la igualdad de los españoles. Las contrataciones deben estar hechas mediante procesos selectivos en las que todos puedan competir en igualdad de condiciones.
- Pero si yo entré en donde estoy ahora mediante un examen para bolsa de trabajo. Eso debería valer para tener derechos a plaza fija, puesto que he pasado por un proceso selectivo, hecho en igualdad de condiciones con otra gente que también se presentó.
- Pero era una convocatoria para plazas temporales, tú lo has dicho.
- ¿pero ésto no es precisamente para consolidar ese tipo de plazas?
- Ya te dije que no me he leído esta nueva ley. Pero creo que te meterás en mucho lío, de lo que tal vez no saques nada.
Estaba desolado. Mi gozo en un pozo. Pero dispuesto como estaba a llegar hasta el final, decidí buscar la ley y leerla con atención. Después de bucear un poco por internet, logré dar con una página que había publicado un pdf con la nueva ley. Me la leí de cabo a rabo. Su lectura tampoco puede decirse que me lograra llevantar el ánimo:

(Extractos del BOE num 141 RD-ley 5/2006 del 9 de junio, para la mejora del crecimiento y del empleo)
"En primer lugar, el acuerdo contiene medidas dirigidas a impulsar y apoyar el empleo, (...) y la conversión de empleo temporal en fijo.

Bueno, no empezamos mal. Pero al cabo de un rato... ¡Horror!
" Quedarán excluidos de los beneficios del presente Programa La Administración General del Estado (...) así como las entidades Administraciones Autonómicas y las Entidades Locales y sus Organismos Públicos"
Que en lenguaje llano, viene a decir lo que los curas: "Haced lo que yo digo, pero no lo que yo hago"
O sea, de un plumazo, se han quedado fuera de la ley unos 200000 temporales que trabajan para el estado. Olé, Olé.
Creo que la administración ya es la empleadora de más trabajadores temporales del país, debido al ahorro que eso supone en pluses de antigüedad y derechos, y que la cosa no ha hecho más que empezar, porque con al externalización de los servicios a empresas privadas esto irá a peor.
Para muestra, un botón: En la Comunidad de Madrid, los nuevos Hospitales previstos los gestionará una empresa llamada Capio sanidad. El personal no sanitario ya no será de la Comunidad de Madrid, sino de esas instituciones. Tendrá una pequeña bolsa de trabajadores fijos y otra más grande de trabajadores temporales.

La ley que se hizo este verano, anunciada a bombo y platillo en todos los medios de comunicación, ES UN FRAUDE. Si os la leéis detenidamente, no sólo no amplía los derechos de los trabajadores, sino que encima en algunos aspectos, los reduce.
¿Cuántos de vosotros habéis sido beneficiarios de la ley? ¿Cuántos sois ahora fijos gracias a ella?
En fin, otro gran timo de los lacayos.

domingo, octubre 22, 2006

Bueno, no sé si habrá alguien leyéndome que se pregunte cómo me fue el examen de esta mañana.
Pero qué os puedo decir... Me gustaría afirmar que tengo posibilidades pero, conociendo los antecedentes de la Casa a la que me he presentado, si he aprobado, tal vez no lo sepa nunca.
Es un grado de picaresca y mamoneo tal el que allí hay que todos los que acudimos al examen y conocemos el percal vamos con mala leche.
Para empezar, no te puedes quedar con copia de las respuestas del test que has contestado, no lo publican en ningún sitio la solución del mismo, tienes que contestar a lápiz y no a boli como sería lo adecuado...Vamos, irregularidades por todos los lados. Eso es lo que puedo ver por mis ojos, porque si damos crédito a lo que dice la rumorología... nos pegamos un tiro: se oyen cosas como que la herramienta con la que más se trabaja en Recursos Humanos después de un proceso selectivo es la goma de borrar para corregir el examen de los allegados con padrino. Claro, es que hay que enseñar al que no sabe.
La cosa viene de antiguo: en esta institución siempre la gente ha entrado por enchufe y siempre se han mostrado renuentes a hacer las cosas con limpieza y transparencia. Pese a que pertenece al Estado y debería ser ejemplo y espejo en el que mirarse la sociedad entera, el arbitrio y el capricho siempre han campado a sus anchas y alegremente. No sólo en los procesos selectivos, sino también en el trabajo cotidiano: he visto a gente muy honrada y válida aguantar humillaciones y desplantes que causan sonrojo y te hacen reflexionar sobre lo injusta que es la vida.
El que tiene suerte de tener un contrato fijo, no tiene problemas, pues por lo menos tiene un respaldo con el que aguantar los embites. En cambio, el que tiene un contrato temporal, está condenado: tocas con un jefe o un compañero malévolo o retorcido y aparte de hacerte la vida imposible el tiempo que estés allí, será el que diga al inmediato superior "oye, esta/este chica/o no vale para el puesto. No le/la llames más para este taller", el superjefazo no te pondrá en la lista de las renovaciones de contrato y te quedas en la calle.
Siempre te quedará la duda cuando te echan si es por incompetente o porque no has sabido bailarle el agua al soplapollas de turno. Siempre te quedará la duda .
No hago más que oir a todo el mundo lo competente que es en su trabajo. Ojalá yo pueda decir lo mismo: con trabajo temporal llego a los sitios y siempre tengo la horrible sensación de novato. Cuando ya puedo decir: "sé trabajar en el puesto", me echan. Algunas veces tengo suerte y me renuevan. Otras no. Se olvidan de mí. Depende cómo yo les haya caído al fulano o la mengana de turno.
Lo que sí puedo afirmar es que por mi condición de temporal estoy indefenso ante el arbitiro no ya de los jefes, sino de los propios compañeros.
Hice el examen de esta mañana sin ganas, a sabiendas de que tengo pocas posibilidades de aprobar, pues casi siempre los procesos selectivos de esta casa acaban saliendo en la lista de aprobados nombres y apellidos muy familiares, sobre todo muy familiares de alguien. Me he tragado el orgullo y les he maldecido por hacerme perder la mañana de domingo, pero lo he hecho porque no me queda más remedio, porque hasta que yo no esté con empleo estable o tenga mi propio negocio no voy a poder parar de hacer exámenes o acudir a entrevistas de trabajo en las que el asignado para verte los defectos, reales o no, lo hace con hipócrita amabilidad.
Qué pena de domingo. Con lo bien que se está en casa cuando llueve: Feliz, Natural, Manso.Tranquilo.

PD: flexibilidad para su p...madre

sábado, octubre 21, 2006

No os he dicho que mañana tengo un examen.
Se trata de uno de esos exámenes a los que nos hemos presentado mi chica y yo, que nos han posibilitado el poder comer durante los último siete años.
Eso sí, siempre los contratos que nos han hecho han sido temporales.
Mi chica consiguió por fin el año pasado su primer contrato fijo. Yo, a mis treinta años, todavía no sé lo que es tal cosa. Ver para creer.
La oposición de mañana es de operario de la escala más baja. Contra lo que se pueda creer, estas oposiciones son muy difíciles, debido a la gran cantidad de gente que se presenta: ya os hablé en un pasado comentario que en las de auxiliar administrativo, del grupo d, se presentaron más de treinta mil personas para unas pocas plazas.
Para los que no se han presentado nunca, diré que este tipo de exámenes suelen ser una parte de psicotécnicos y otra parte de legislación. El de mañana como excepción es sólo psicotécnico.
Hay sesenta plazas para las que se presentarán unas 5000 personas. Una barbaridad, total, para que los elegidos ganen poco más de mil euros y el trabajo no sea otra cosa que el llevar cosas de un lado a otro u ordenar y limpiar un poco el taller. Lo sé porque ya he estado haciéndolo.
Como supondréis por mis palabras, estarán otros agraciados, aparte de los sesenta seleccionados, que les pase lo que a mí en el pasado: que opten a plazas temporales. Normalmente, se crea una bolsa de trabajo con los que no han podido conseguir plaza fija.
En cualquier caso ¡qué locura la de esta sociedad el que sea un privilegio el ganar mil euros de manera regular y permanente!
La lástima es que no me queda más remedio que el presentarme mañana, pese a que odio tener que perder la mañana del domingo en un examen de mierda como éste.
¡Qué ganas tengo de coger plaza de profe!

viernes, octubre 20, 2006

¿qué os dije en el primer artículo?
Que el de Cuéntame seguro se sacaba las oposiciones antes que yo. Así ha sido. Ya es un honorable profesor de instituto. Que vuelen las campanas. Que suelten las palomas.
Cuando era pequeño, la televisión me indujo a pensar que todo era fácil: tú veías en la tele cómo un hombre se libraba de la pobreza porque había localizado una mina de diamantes, gracias a las indicaciones de un viejo rumboso, que iba diciendo por ahí localizaciones de minas de diamantes a todo el que se encontraba. Veía a un Sonny Crockett que resolvía los crímenes a bordo de un estupendo Ferrari Testarrosa porque su sueldo de funcionario era para morirse y Jessica Fletcher, esa anciana escritora, necesitaba poco menos de media hora para resolver un crimen que a la policía científica (real, no la del CSI) le hubiera llevado aclarar varias semanas. Siempre he pensado que en realidad era una manipuladora de pruebas, que era ella la que cometía los asesinatos y luego se las apañaba para encaquetárselos a otros.
Cuando se reunían mis padres con los padres de mis amigos, se quejaban de que nosotros todo lo habíamos tenido muy fácil, que en sus tiempos ellos con nuestra edad sí sabían lo que es trabajar, decían que si nos moríamos de hambre en una panadería y otras cosas por el estilo.
Pero qué podemos decirles a nuestros progenitores: la televisión nos ha metido en la cabeza que todo es fácil de conseguir, lo que se nos ocurra: el amor, el dinero... En la televisión las catedrales se hacen en poco menos de media hora, no en setenta años que es lo que realmente tardaban de media y un científico podía descubrir partes de la estructura del cerebro en poco menos de seis capítulos que duraba un documental.
El descubrimiento más doloroso que haces cuando te haces mayor es que los sueños no son fáciles de conseguir, y que jamás tendrás una mansión como las que tantas veces has visto en la tele, ni tan siquiera un triste piso similar al que te criaste, porque los pisos ya tienen precios de mansión.
Lamentablemente, uno de los grandes engaños que ha hecho la televisión a los de mi generación y los de las siguientes es que todo es fácil y rápido.
Me alegro por el curilla de Cuéntame, que ha conseguido en dos episodios lo que yo tardaré en conseguir dos años, si es que todo se da bien y no tardo más, que no sería de extrañar.
Enhorabuena, que lástima que en estos casos la realidad no supere a la ficción.
¡Aleluya, aleluya!

jueves, octubre 19, 2006

No sé qué hora me marcarán debajo, pero yo os aseguro que la hora en que escribo esto es exactamente las dos menos diez.
Hoy he seguido con la rutina de siempre: levantarme pronto y estudiar, pese a que ayer me quedé hasta tarde jugando a un videojuego.
Lo confieso: soy adicto a los videojuegos. Y concretamente, me gusta el más amoral de todos: el GTA San Andreas.
La cosa va de que tú eres un delincuente de los suburbios más malo que un dolor y no haces más que matar y matar, conseguir dinero mediante todo tipo de fraudes y huir de la policía y de los rivales. Hace todo tipo de misiones sembrando el caos y la destrucción. Vamos, que está para que le canonice el papa de Roma.
El juego tiene justificada fama, y aunque esté mal que yo lo diga, es realmente bueno. Técnicamente, es impecable y tienes una sensación rara y algo alucinante de que está paseando por las calles de una gran ciudad, sólo que desde la pantalla de tu ordenador.
Mi sobrino, que tiene trece años, me lo ha pedido, pero yo le he dicho que ni flores porque si jugáis aguna vez comprobaréis que no es un juego para niños. Más bien para treintañeros inmaduros, como un servidor.
Ahora que tengo cosas más serias entre manos, restrinjo el uso a las horas que antes dedicaba a la televisión, es decir, por la noche, porque sino puedes llegar a perder una tarde de estudio por una misión que se te atraganta.
Lo malo es que también te puede arruinar la vida sexual.
Cariño, te juro que no me vuelvo a enganchar a otro juego.

miércoles, octubre 18, 2006

Pese a que estoy en el paro, se me pasa el tiempo volando. El Tempus fugit del que tanto se habló en el pasado y se habla ahora.
Me levanto pronto y estudio, como y vuelvo a estudiar; mando algunos currículos y llega la hora del recreo. Cuando saco un ratito, lo aprovecho para escribir este blog.
Por cierto, la semana que viene empiezo una nueva vida laboral: de auxiliar administrativo, como no podía ser de otra forma. Es de lo que me estoy especializando.
Os preguntaréis por qué si ya tengo esta profesión no me preparo las opos de la misma y abandono la de profesor de secundaria. Hay quien me ha dicho que incluso puedo vivir mejor siendo auxiliar que siendo profesor, y casi seguro que sea verdad. Pero lo cierto es que tengo serios motivos para intentar llevar una carrera docente:
- El primer motivo, por vocación. Cuando yo estudiaba la carrera, decía que no quería ser profesor, que es una gran responsabilidad y tal. Pero luego estuve dando clases de español a inmigrantes y clases particulares a chavales y la verdad es que me gustó muchísimo. Sé que no es lo mismo el día a día de un instituto, pero qué queréis que os diga; me ha picado el gusanillo.
- El segundo motivo, porque siempre estoy despotricando contra el sistema educativo y estoy harto de ser el típico que se queja sin hacer nada por mejorarlo, viendo el toro desde la barrera: he decidido que ha llegado la hora de participar activamente en la educación.
- El tercer motivo, porque estoy harto de contratos temporales. Necesito estabilidad. Esa estabilidad que nos quieren quitar a todos porque las multinacionales y sus lacayos los gobernos nos necesitan flexibles, como si fuéramos gimnastas rumanas. Pues como sigan así van a acabar descoyuntándonos.
Y otras 173 razones, que las he contado.
Puse en una balanza los pros y los contras de prepararme una oposición, y mientras en el platillos de los pros eran un total de 176, en el platillo de los los contras había sólo una razón: lo dura que es una oposición y las probabilidades tan elevadas de fracaso que tiene. En fin, siempre falla algo.
Tengo un amigo que trabaja de informático en una multinacional y gana bastante dinero. Cuando le anuncié que iba a prepararme las oposiciones, me dijo:
- "Joder tío, si te sacas las oposiciones, sí que te envidiaré"
No me envidies, colega. Alégrate conmigo, que para eso somos amigos.

martes, octubre 17, 2006

Hoy estado repasando unos poemas que escribí hace tiempo, y me he dado cuenta de que mi escritura siempre tiende a revelar cierto pesimismo, cosa que me da rabia porque creo que en mi vida cotidiana no doy imagen de eterno amargado. No, de verdad, no soy un tipo escuálido y plúmbeo que en el otoño esconde su cara de Dómine Cabra tras una bufanda que le sirve además de moquero, y que deja con su negritud ante la vida a Schpenhauer a la altura de Mortadelo disfrazado de Lola Flores. No, no es el pesimismo mi bandera.
Quizá la cosa venga de esa sensación de desamparo que tenía entonces y que tengo ahora. Por cierto, seguro que no es muy diferente a la que muchos de vosotros tenéis: ya sabéis, el no tener controlado el qué va a pasar mañana o si vas a perder todo lo que has conseguido.
Lo curioso es que cuando escribí esos poemas tenía mucho menos de lo que tengo ahora, y había logrado muchas menos cosas. Sí, la verdad es que muchas de las cosas que yo anhelaba, tanto en el plano material como en el emocional, ya las he conseguido, ¿entonces, por qué tengo la misma sensación de inestabilidad y por qué no decirlo, de miedo, que tengo ahora?
Hablando de miedo, No sé si llegásteis a ver ese anuncio horroroso de la BMW que decía que si el miedo era bueno, que si el miedo era necesario, blablablá... Qué asco, ¿verdad? No hay nada más esclavo que el propio miedo. Miedo a perder lo que tienes, miedo a las agresiones externas...Yo creo que una de las 176 razones que me han llevado a preparar la oposición es el miedo al futuro, a seguir estando inestable.
En cualquier caso, el miedo es el padre del pesimismo y es, además...
Una mierda.
No se puede ser feliz teniendo miedo.
Jamás os compraré un BMW, por listos.

lunes, octubre 16, 2006

Joder, vaya días que llevo entre unas cosas y otras...
Hoy han tenido que operar a mi chica y ya la tengo en casa. Está muy bien, la intervención ha sido corta, además, todos estamos mucho más tranquilos porque ya no tiene nada malo. Esperemos que en las revisiones periódicas todo esté bien.
LLevamos un año un poco chungo: su hermana ha tenido una cosa mucho más seria; afortunadamente, también está bien, pero ha sido una enfermedad bastante grave.
Le he leído este cacho a mi amigo el sarcástico y me ha dicho que parezco una vecina suya con complejo de portera que vive en el bajo de su piso.
Reflexión tipo Forrest Gump: la vida es una montaña rusa en la que unas veces estás arriba y otras veces abajo. Este año que termina no ha sido para mi chica y para mi muy positivo, pero bueno. Yo echo de menos mi curro de administrativo, con su jornada de lunes a viernes, el despachito, el ordena y mi sueldo mileurista, que si bien no era una maravilla, nos permitía vivir con cierta dignidad. Ya os dije que estaba de interino y era la necesidad de estabilidad lo que me ha animado a intentar aprobar las opos de secundaria. Ahora bien, os digo que para lo que se consigue...
En las oposiciones para auxiliar administrativo de la CAM ( setecientos puestos), se han presentado treinta mil personas. Una burrada. Los que aprueben seguro que les habrá costado el sacrificio de estudiar una media de ocho horas diarias durante un mínimo de dos años, amén del dinero gastado en academias. Habrán empollado un temario que os aseguro no les va a servir de nada en su vida profesional, os lo digo yo que he sido administrativo del estado durante varios años. Y todo por mil euros mensuales.
Aunque consigas tener un contrato fijo, ¿No os suena a tomadura de pelo por parte de las instituciones lo de los procesos selectivos vigentes? Señores, en el artículo 35 se reconoce el derecho al trabajo ¡Encima, dice el articulado, con una "remuneración suficiente para sostener sus necesidades"!
¡Pues con mil euros pocas necesidades se resuelven en Madrid!
¿Cómo es posible que lo subasten el trabajo como si fuera un artículo de lujo?
Ya, ya, muchos me diréis que es lo que hay, que son lentejas, el sistema y todo eso... pero
¡No se me quita la sensación de que hacemos el idiota!
Y bueno, por no hablar del artículo 47.
¿no sabéis cuál es? Eso es que no habéis opositado.
Es el de la vivienda.

domingo, octubre 15, 2006

Ayer no estudié nada del temario de la opo.
Si leísteis el comentario de ayer , veríais que no tenía el horno para bollos, y decidí que a lo mejor necesitaba hacer una parada para tomar fuerzas. Hoy he vuelto a estudiar con bastante ahínco, la verdad. No viene nada mal un descanso de vez en cuando.
Sabéis los que estáis en la misma situación que yo que ésto es muy duro: nada te garantiza que al final tengas éxito, ni aún estudiando lo que te gusta.
¿Os acordáis cuando nos decían de pequeños eso de que todo esfuerzo tiene una recompensa? Bueno, a veces sí y a veces no. Y otras veces es tanto el esfuerzo que llegas a dudar si ha merecido la pena.
Hace poco, una chica me comentó que había empleado seis convocatorias para sacarse una oposición para trabajar de pedagoga. Esas convocatorias equivalen a doce años de estudio y yo me pregunto: ¿No es fallo del sistema el hacer que una persona emplee tanto tiempo de su vida para poder tener un puesto de trabajo fijo?
Sé que está mal visto criticar al sistema: tienes que aceptar sus reglas si quieres no salirte de él, te dicen una y otra vez. Ya, pero es que es tan desproporcionado el esfuerzo que a veces es necesario hacer...
Otro caso: Un chica empezó a trabajarse las oposiciones de letrada cuando término la carrera, es decir, a los veinticuatro años. Ahora, con treinta y dos, ya por fin trabaja de lo suyo ¡Pero es su primer trabajo remunerado! ¡Imagináos lo que es vivir hasta los treinta y dos sin otro dinero que el que os quisieran dar vuestros padres! Hombre, yo no le recomendaría alguna de mis experiencias laborales, como cuando trabajé de reponedor durante doce horas diarias de lunes a sábado por 67000 cochinas pesetas o en las puñeteras ETT, pero también digo que no está mal eso de tener dinerito en el bolsillo ganado con tu propio sudor.
La gente suele decir que opositar para el estado está mejor en la actualidad que antes, que sólo se entraba por enchufe, pero tampoco lo de ahora es lo más idóneo: no me parece normal que un trabajo tan descomunal tengo como premio...más trabajo. Por mucho que digan de los funcionarios, currar siempre es currar como fúrbol es fúrbol: nunca te dejará de fastidiar el levantarte temprano para ir a dar el callo. Y si pensamos en puestos como el que yo aspiro, en un instituto, pues peor:
¿Qué profesión tiene la tasa más alta de depresiones?No hace falta que responda.
Una última reflexión: Ya me gustaría tener la perseverancia de esas dos mujeres que os cuento. Desde aquí declaro mi sincera admiración hacia ellas. Bravo.
¿sabéis que la tasa de aprobadas es más alta en mujeres que en varones? Si es que nos comen la merienda....
En fin, las mujeres son asín.

sábado, octubre 14, 2006

Hoy voy a hablar de otro personaje con complejo de Peter Pan: Baldomero.
Se trata de un treintañero que todavía vive con sus padres y está en el paro. En sus ratos libres, junto con otros intelectualillos de medio pelo, hace una revista de la que esperan proyectarse al infinito de las letras y más allá, sin querer darse cuenta que el rollo cultureta es una merienda de negros en la cual la gran mayoría no ha sido invitada.
Baldomero, encima, depende económicamente de sus padres y es patético verle cómo registra la cartera de su padre para arañar algunos euros.
Otro de los problemas de Baldomero es que le encantan las mujeres, pero como no encaja en el perfil de guaperas y triunfador, nunca se come una rosca.
Es un moderno Quijote que tiene en su mente a un Baldomero platónico que nunca coincide con el baldomero que proyecta, el que todos vemos, el "Bajito, calvo y sin dinero"
Pero ojo, ahora que yo estoy un poco bajo de ánimos, veo lo indispensable que es en nuestra vida ese ser maravilloso que nosotros creamos a partir de nosotros mismos. Ese ser de voz maravillosa que no coincide con la oímos en el contestador cuando comunicamos desde fuera a nuestra casa; ese ser maravilloso más delgado y guapo que nosotros, que es tan inteligente y al que se le ocurre tantas frases ingeniosas, que podría emprender con éxito cualquier cosa que se proponga.
A mí se me está destruyendo ese ser poco a poco, como un castillo al que destrozan piedra a piedra. Los primeros aldabonazos, fueron los de mis compañeros del colegio en el patio de recreo, el segundo aldabonazo, fue el primer desengaño amoroso en la adolescencia y ahora yo, que por culpa de éstos y otros avatares, he perdido mi autoestima.
Hay que cuidar un poquito a nuestro yo interior, porque es el motor que nos permite progresar.
Una vez le oí contar una anécdota de Victoria Abril de sus comienzos como actriz: Básicamente, le dijo una monja que dirigía el grupo teatral de su colegio cuando tenía quince años: "no vales como actriz". Tal vez si Victoria Abril hubiera interiorizado esas críticas jamás hubiera sido la excepcional actriz que ha llegado a ser.
La buena consecuencia de tener un ego como un caballo de grande es que puedes llegar a ser lo que tú te imaginas para ti. La mala es, que, según dicen algunos que la conocen, Victoria Abril es un ser insoportablemente egoísta.
En fin, quererme un poco más sin ser insoportable.
¡Ah! y tendré que castigrame menos con el sarcasmo que me regala mi baja auoestima

viernes, octubre 13, 2006

Matando dinosaurios con tirachinas. Sí, más o menos es como se siente un opositor ante los apuntes.
Es el título de una novela de un licenciado que está en el paro y que vive independizado con su novia que trabaja de administrativa. Ella es la que trae el sueldo a casa.¿Él cobra el paro? La verdad es que me he repasado el libro y no sé si el hace algún tipo de ingreso en su casa. Yo por mi parte, por lo menos estoy cobrando el subsidio y aporto ¡Dios quiera que encuentra trabajo antes de que se me acabe!
Por lo demás...¡Igualitos son la parejita que mi niña y yo! Es verdad que al final la realidad acaba pareciéndose a la ficción: El tipo no hace más que quejarse, más o menos como yo. Hizo una carrera de humanidades, como aquí vuestro servidor y la chica con la que sale es más inteligente que él, como me pasa a mí con mi niña.
Esa es la gran diferencia entre mi chica y yo: que mientras yo he sido un cazurro que he paseado los libros, ella ha sido siempre y hasta la universidad de las primeras de su clase. La lástima es que tiene una falta de autoestima tremenda, y eso ha llevado a que ni se le pasara por la cabeza el hacer, por ejemplo, un doctorado ¡ Hubiera sido una magnífica profesora de universidad!
Pero los orígenes de mi chica son humildes: su padre fue pocero hasta que se jubiló y ella quiso acabar cuanto antes la universidad para ponerse a trabajar. Creo que si en su familia hubiera habido una tradición académica, ella hubiera brillado como catedrátrica. Ojo, no se me malinterprete: sus padres le han dado todo, pero la pena es que para la mayoría de los humildes que estudiamos, nuestro horizonte termina apenas nos dan el papelajo que a veces sólo nos sirve para coger polvo en la pared.
Pero me estoy yendo del tema: quería hablaros del fulano aquél tan parecido a mí. Me pone de los nervios porque compartimos los mismos defectos: Indolencia, pasividad, sólo buscar el placer (de hecho, le pone los cuernos a la chavala que le mantiene, el muy cabrón), un quejarse y no hacer nada por cambiar... Vamos lo que llamaban antes "la generación X," que maldito sea al que se le ocurrió la denominación. Debía ser un fulano cuarentón con la mala hostia característica de algunos de los que están en esa edad.
Pues te recuerdo, fulano cuarentón, que durante el franquismo España era elegida por las multinacionales por la docilidad de la mano de obra, que en el París del mayo del 68 había muchos menos españoles que los que dicen haber estado y que Franco murió en la cama. Y en cuanto a ti que participaste en la movida, ¿qué hicisteis sino fue otra cosa que drogaros y alcoholizaros? Si hasta Tierno Galván os pagaba los cubatas.
En fin, que me perdonen los cuarentones honrados. A mi me queda poco para entrar en el club.
Ahora que lo pienso, cuámte gente hay que no ha llegado a los cuarenta y tienen un vinagre de agárrate que vienen curvas.
Si es que la mala leche ni tiene edad, ni tiene cura.

jueves, octubre 12, 2006

Hoy es doce de octubre, día de las fuerza armadas. A mí, plim.
Sí, porque hoy se parece a cualquier otro día como los que llevo desde hace un mes que se me acabó la interinidad: fastidia decirlo, pero los festivos molan cuando estás trabajando, por que son realmente días de regalo, parece que los disfrutas más.
Lo bueno es que tengo a mi chica en casa. El verla revolotear alrededor de mí mientras yo estudio, lejos de molestarme, me da muchísima alegría.
Puede que suene machista, pero estoy un poco fastidiado porque ella salga a trabajar mientras yo me quedo en casa. Hace un tiempo leí en un ejemplar de la Muy interesante que la perspectiva que se espera de los nuevos marginados es que sean predominantemente varones y maduros. ¡Horror! Yo camino con paso ligero hacia la madurez y si a ésto añadimos que ahora las parejas se separan con una facilidad enorme, pues, la verdad, me entra mucho frío cuando me asomo por la puerta de mi futuro.
Mi chica me quiere y yo la quiero a ella, pero ya sabéis lo que dice el refrán: cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana; y aunque estoy con uno de los seres menos egoístas que habitan en el planeta, a veces tengo miedo de que los problemas que puedan sobrevenir a consecuencia de mi falta de trabajo. Sé que ella me apoyará, pero no puedo decir que no tengo miedo de que ésto afecte a nuestra relación.
También es verdad de que no hay que tomar en serio a la Muy Interesante. Tiene nulo prestigio entre los hombres de ciencia. Einstein seguro que no la leería, pese a que publican su caricatura cada dos por tres. Sobre todo le pintan sacando la lengua. A lo mejor es que acaba de leer algún artículo que no le ha gustado.
¿Veis la fecha de arriba? Pues llevo desde hace un mes estudiando como no lo he hecho nunca para sacarme la oposición que me posibilitarán dejar los contratos temporales y, sobre todo, el jodido paro, que es la situación en la que me encuentro ahora.
Empecé a estudiar un poco antes que el curilla de Cuéntame cómo pasó, sí, ése que colgó los hábitos para casarse con Inés, la hija de Mercedes y Antonio. Él también quiere sacarse las oposiciones a profesor de instituto y me temo que, como me dice mi amigo el sarcástico, las aprobará antes que yo porque es mucho más listo. Como podéis ver, mi amigo el sarcástico no desaprovecha la ocasión para decirme lo tonto que me considera.
Sé que el cura que interpreta Pere Ponce se sacará las oposiciones antes que yo, no porque lo diga mi amigo el sarcástico, sino porque una cosa que me ha enseñado la tele es lo siguiente: todo lo que es fácil de conseguir en la pequeña pantalla, en el mundo real nos cuesta sangre, sudor y lágrimas el obtenerlo o directamente no lo conseguimos: El hombre o la mujer que amamos nos quiere como amigos, la casa con porche nos cuesta 500000 euros, el espectacular golazo que nos hizo dignos de entrar en la historia del balompié no lo recordará ninguno de los compañeros del colegio que vio como lo marcábamos y si le quieres dar una lección a alguien que te ha agraviado, lo más probable es que te acabe humillando una vez más. O como me pasó una vez a mí, que un acosador moral de esos que llaman ahora y que antes llamábamos directamente hijoputa acabó echándome del trabajo, amparándose en mi condición de temporal y valiéndose de su poder de fijo y cizañero ante el jefe. Por cierto, de la temporalidad es otra de las cosas de las que os quiero hablar en este blog: hay tiempo, tengo dos años hasta que haga mi examen.
El curilla aprobará el suyo, sí o sí. Yo, ya veremos.
Por cierto: desde que llevo viendo la serie, Antonio Alcántara, lleva, en menos de seis años:
  1. Un seiscientos cuatro puertas (los hicieron, os lo juro)
  2. Un seat 850
  3. ¡Un Alfa Romeo descapotable! que pese a lo molón, se le estropeó en cuatro días (se ve que lo de los Alfa no es de ahora)
  4. Por último, un Citroën Gsa palas muy molón
¿No son demasiados coches para una familia de currantes de la época?
Y seguro que al curilla le hacen catedrático de universidad sin hacer doctorado ni nada.