martes, noviembre 20, 2007


Madre mía, he estado a punto a ir a la sede de Microsoft aquí en España a invadirla, tomar rehenes y hacer que Bill Gates viniera en persona a pedirme perdón. Os preguntaréis por qué; pues por la misma razón que llevo tres días sin escribir.
Sin que nadie se lo mandase, sin que hubiera maltrato por mi parte, el xp con el que trabajaba empezó a reiniciarse sin ton ni son de forma misteriosa: "actualízalo" Vale "prueba a ver si tienes también los controladores actualizado" En óptimo estado de revista. "¿Has instalado alguna aplicación nueva?" Pues no. "A ver si va a ser de Hardware, que ya está bien de tanto echarle la culpa a Bill Gates". Pues quizá.
Pues quizá me voy a acordar de todas las generaciones su familia desde la que salío de África, las que se pasearon por Europa y las que están haciendo ahora las Américas. Bueno, las Norteaméricas, para mejor decir. Me he quedado sin mucha información por su culpa. Bueno, por su culpa y por la mía, que no la guardé en lugar seguro. ¡Pobrecitos de mis megabytes dónde andarán ahora!¿Habrá allá arriba un cielo de ceros y unos para las víctimas del PC?
El chiste cuenta que si Windows fuera una compañía aérea sería de las más bonitas: aeronaves de bella silueta, azafatas y recargos vestidos con trajes elegantes, lo último en diseño de interiores para la cabina de pasajeros... Sin embargo, el avión, al poco de despegar en medio del cielo azul... ¡boum! Estallaría sin que nadie le tocara ni le hicier nada. Y en medio de un pantallazo (también azul)... nos quedamos los usuarios de Windows explotando también, pero de ira.
Tengo que acudir a opinión más experta que la mía:
"Pásate a Linux" Me dice mi amigo mientras me clava su pupila en mi pupila azul de los pantallazos al Windows. No encuentra nada sospechoso. "Va a ser del contador de Fruzo" En esto de la informática suelo ser bastante autosuficiente, pero siempre que las cosas se tornan graves tengo que acudir a dedos tecladiles más autorizados. Y todos hablan maravillas de ese Sistema Operativo, pero es que ya acostumbrado al Windows...
Instalo el Vista. Jolines, qué bonito. Menudo entorno gráfico. Y qué gama de colores...
¡Kaboum!
¡y qué azul! ¡qué azul más asqueroso!