martes, abril 03, 2007

Parece ser que estamos de cumpleaños. Los blog cumplen diez años. Debemos dar gracias a David Winer por inventarlos, porque verdaderamente han traído democracia a esta cosa tan dictatorial que era la sociedad de la información; creo que no soy el único que piensa que ésto era antes nada más que una merienda de negros. En cierta manera, lo sigue siendo, pero ahora se parece más a una vaca espantándose las moscas con el rabo. las moscas somos, por supuesto, los que hacemos y leemos bitácoras.
En lo personal, estoy muy agradecido al tipo. No encontraba yo la manera idónea de dar rienda suelta a mis inquietudes literarias. Como mis poemas no son para ganar premios, y dudo que algún editor se digne a publicarme mis novelas, tengo aquí la plataforma idónea para hacer volar mi creatividad, poner en negro sobre blanco mis ilusiones, esperanzas, reivindicaciones y demás.
Creo que esta posibilidad que nos ha abierto Internet nos ha hecho más libres. Siempre nos están alertando sobre la necesidad de control y en estos diez años hemos visto que el mundo es mejor sin necesidad de control. La gente sabe más ahora. Tenemos la posibilidad de que nos lean y que nuestras opiniones cuenten. Estoy seguro de que muchos desalmados serían a ojos del mundo menos desalmados si Internet no les hubiera quitado el velo que oculta su maldad. Internet es el espejo de Dorian Grey en el que no se quieren mirar muchos poderosos; es el niño que dice que el rey está desnudo.
Me río de aquéllos que anuncian los peligros de los blog ¿Peligros para quién? ¿Para ti, astuto lector, que ahora miras cualquier diario de información tradicional con recelo, consciente de que más de una vez te han engañado? ¿Para ti, creador y bloguero, que te ha posibilitado el dar rienda suelta a tu creatividad?
En los imperios que ha habido en el mundo, generalmente se ha dado lo peor y lo mejor. Los norteamericanos no son la excepción, y fue un norteamericano el que creó Internet y otro el que creó el concepto de blog, y ambas cosas sirvieron para que el mundo entero hablara mal del tercer norteamericano, el que tiene oval el despacho y la cabeza.
Es una lástima que yo no pueda contarme entre los pioneros que empezaron a escribir blog en castellano. Siempre tengo la sensación de que a todo llego tarde. Sin embargo, más vale tarde que nunca.