domingo, octubre 22, 2006

Bueno, no sé si habrá alguien leyéndome que se pregunte cómo me fue el examen de esta mañana.
Pero qué os puedo decir... Me gustaría afirmar que tengo posibilidades pero, conociendo los antecedentes de la Casa a la que me he presentado, si he aprobado, tal vez no lo sepa nunca.
Es un grado de picaresca y mamoneo tal el que allí hay que todos los que acudimos al examen y conocemos el percal vamos con mala leche.
Para empezar, no te puedes quedar con copia de las respuestas del test que has contestado, no lo publican en ningún sitio la solución del mismo, tienes que contestar a lápiz y no a boli como sería lo adecuado...Vamos, irregularidades por todos los lados. Eso es lo que puedo ver por mis ojos, porque si damos crédito a lo que dice la rumorología... nos pegamos un tiro: se oyen cosas como que la herramienta con la que más se trabaja en Recursos Humanos después de un proceso selectivo es la goma de borrar para corregir el examen de los allegados con padrino. Claro, es que hay que enseñar al que no sabe.
La cosa viene de antiguo: en esta institución siempre la gente ha entrado por enchufe y siempre se han mostrado renuentes a hacer las cosas con limpieza y transparencia. Pese a que pertenece al Estado y debería ser ejemplo y espejo en el que mirarse la sociedad entera, el arbitrio y el capricho siempre han campado a sus anchas y alegremente. No sólo en los procesos selectivos, sino también en el trabajo cotidiano: he visto a gente muy honrada y válida aguantar humillaciones y desplantes que causan sonrojo y te hacen reflexionar sobre lo injusta que es la vida.
El que tiene suerte de tener un contrato fijo, no tiene problemas, pues por lo menos tiene un respaldo con el que aguantar los embites. En cambio, el que tiene un contrato temporal, está condenado: tocas con un jefe o un compañero malévolo o retorcido y aparte de hacerte la vida imposible el tiempo que estés allí, será el que diga al inmediato superior "oye, esta/este chica/o no vale para el puesto. No le/la llames más para este taller", el superjefazo no te pondrá en la lista de las renovaciones de contrato y te quedas en la calle.
Siempre te quedará la duda cuando te echan si es por incompetente o porque no has sabido bailarle el agua al soplapollas de turno. Siempre te quedará la duda .
No hago más que oir a todo el mundo lo competente que es en su trabajo. Ojalá yo pueda decir lo mismo: con trabajo temporal llego a los sitios y siempre tengo la horrible sensación de novato. Cuando ya puedo decir: "sé trabajar en el puesto", me echan. Algunas veces tengo suerte y me renuevan. Otras no. Se olvidan de mí. Depende cómo yo les haya caído al fulano o la mengana de turno.
Lo que sí puedo afirmar es que por mi condición de temporal estoy indefenso ante el arbitiro no ya de los jefes, sino de los propios compañeros.
Hice el examen de esta mañana sin ganas, a sabiendas de que tengo pocas posibilidades de aprobar, pues casi siempre los procesos selectivos de esta casa acaban saliendo en la lista de aprobados nombres y apellidos muy familiares, sobre todo muy familiares de alguien. Me he tragado el orgullo y les he maldecido por hacerme perder la mañana de domingo, pero lo he hecho porque no me queda más remedio, porque hasta que yo no esté con empleo estable o tenga mi propio negocio no voy a poder parar de hacer exámenes o acudir a entrevistas de trabajo en las que el asignado para verte los defectos, reales o no, lo hace con hipócrita amabilidad.
Qué pena de domingo. Con lo bien que se está en casa cuando llueve: Feliz, Natural, Manso.Tranquilo.

PD: flexibilidad para su p...madre