miércoles, febrero 21, 2007

Poneos en situación: un curso sobre Ortega y Gasset. El profesor habla sobre la obra más importante del filósofo: la rebelión de las masas.
"El hombre es naturalmente débil y carente de una personalidad suficientemente sólida como para impedir ser instrumentalizado, o, que los sistemas tienen tal fuerza que le preparan para la conversión hacia cualquier situación. b) Significaría que dominarían las circunstancias sobre su raíz personal. c) Aunque por su debilidad o su pasividad le hayan convertido en un punto de la masa, también es posible que el vaciado de su ser histórico se compense en cuanto se pueda sustituirlo por una gran riqueza social"
¡pum!¡catacatapúm!¡pum pum!¡pum pum!
¿Qué pasa ahí fuera? Miércoles de ceniza, dice alguien. Una excusa más para que el Ayuntamiento de mi ciudad se gaste el dinero en petardos. Y mientras, la biblioteca de mi barrio, cerrada.
"El hombre masa es...¡Pum, pum!¡racatacapum!¡pum!¡pum!...receptivo a lo chabacano¡catapum!..desprecia la riqueza de la cultura legada ¡pum!¡pum!..se sitúa en lo amorfo ¡racatacapum!El hombre masa ha cedido al simplismo y a la disposición a seguir a la demagogia, a la mentira, a la irreflexión, al interés, al descompromiso, etc
¡fiuuuuuuuuuuu!¡Pum!¡racatacatapum!¡pum!¡Pum!
¿Pero alquien está viendo esos fuegos artificiales? Pregunta alguien. ¿Pero alguien escucha a Ortega y Gasset? Pienso yo. De los diecisiete que somos, dudo que haya alguien que le esté entrando en la cabeza el pensamiento de Ortega y Gasset. No sólo lo digo por la profundidad de su pensamiento, que también, sino por el ruido insoportable. Parece que los estén haciendo estallar dentro de la clase.
"Hay que distinguir dos rasgos en el hombre masa: (¡fiuuuuuuuuuuuuuuuuu!):
1º. Una despreocupación para hacerse su vida en libertad, sacrificio y deseo de aprehender las cosas y de vivir con intensidad. (¡Pum!)2ª La creencia de que los signos distintivos, las marcas, las aficiones le identifican y le diferencian de los demás. (¡fiuuuuuuuuuuuuuuuuu!)El hombre masa haciendo “como todo el mundo” se cree diferente. Se ha impuesto en él lo superficial, que no requiere de la libertad responsable y que se conforma con sentir bienestar, sin la obligación del deber, sin buscar la alegría, ni el estado de felicidad. Se conforma con rodearse de cosas que den satisfacción al cuerpo para arrastrar al espíritu (¡Pum!)."
-Como mis alumnos del instituto -dice uno de mis condiscípulos-
-Todos somos, en mayor o menor medida, hombres masa. Pienso yo y no lo digo. Los de mediana edad me ganan por goleada y está mal visto defender a los jóvenes.
¡pum!¡Pum!¡Racatacapum!¡Pum!
Silencio. A callar he dicho.
-No pensé que mi clase de Ortega y Gasset iba a ser celebrada con fuegos artificiales por vuestro pueblo.-dice con retranca amable el erudito catedrático.
-La única masa que importa, la de la pólvora -Pienso yo.