sábado, octubre 13, 2007


Anoche soñé que estaba desnudo delante de mucha gente y que me daba vergüenza. La interpretación que he leído para explicar ese sueño es que tengo inquietud de no sentirme a la altura de un acontecimiento en mi vida -la oposición, ¿qué otra cosa si no?; otras interpretaciones que se dan - me gusta más que la anterior- es que soñar con mi desnudez es señal de que me hirá bien en el aspecto económico de ahora en adelante. Hay otras interpretaciones, como esa que dice que se sueña que se está desnudo porque se teme que se descubra algo que se quiere esconder; esta interpretación no me gusta: esta bitácora es la prueba de que soy una persona que escondo poco.
La verdad es que me gustaría tener, al igual que Tony Soprano, una psiquiatra que me dijera exactamente cuál es el sentido exacto que le tengo que dar a mis sueños. Yo creo que son las dos primeras interpretaciones las que corresponden a mi sueño. La primera, porque tengo momentos de flaqueza y no me veo capaz para aprobar el examen; la segunda, porque quiero ser optimista y pensar que vamos a tener los míos y yo un futuro sin problemas económicos. Pero, ¿y si es la tercera, que inconscientemente quiero ocultar algo tan vergonzoso que hasta se lo oculto a mi yo consciente? Escalofríos me da pensar qué puedo tener en la trastienda del subsconsciente. Si hay algún especialista entre vosotros, con mucho gusto leeré las interpretaciones que tenga a bien a darme.
He soñado muchas veces que estaba desnudo. Recuerdo que en algunos sueños paseaba entre la concurrencia sin pudor alguno, sin importarme que me vieran tal y como me vine al mundo; otros, en cambio, intentaba tapar mis vergüenzas con lo primero que tuviera a mano; y luego había un tercer grupo de sueños en el cual aunque me avergonzaba, sacaba pecho ante las miradas inquisidoras de quienes me observaban. O sea, que sueños de estar en pelotas sé un rato.
Ahora bien, esto de soñar con desnudeces veo más lógico que lo hagan las mujeres. Más que nada porque los hombres tenemos los cuerpos bastante mal rematados. Sí, lo digo por las entrepiernas. Nos da aspecto de pieza de escayola al que no han quitado la rebaba. Por eso creo que la frase de "taparse las vergüenzas" sólo la deberíamos decir los hombres, pues las mujeres nada tienen de qué avergonzarse. Hasta los escultores clásicos se vieron obligados a tapar esa especie de tripa que nos sale a los hombres, porque era un trastorno el representarla, y la hicieran como la hicieran siempre iba a quedar fea.
Por cierto, la foto de la izquierda está sacada de mi último sueño. Aunque no se ve en la foto, había mucha gente mirando, y yo estaba a punto de tirarle con mi honda al escultor porque el muy cabrito había hecho poca justicia con mi entrepierna.
¡Vamos, que ponerme los cataplines más grandes que lo otro!