domingo, marzo 23, 2008


Supongo que los cristianos muy bien nos pueden reprochar a los ateos y agnósticos que bien que nos aprovechamos de las vacaciones de Semana Santa; que no nos la quiten jamás. Por Dios. Da igual el pretexto: cuatro días de vacaciones vienen muy bien.
Hombre, lo que sería justo es que estas vacaciones sólo las tomaran los que todavía se consideren católicos, apostólicos y romanos. Los apóstatas, herejes y demás gente infiel en general, a currar ¿Qué eso de subirse al carro cuando nos conviene? No se es cristiano sólo en las fiestas de guardar.
Me temo, y espero no decepcionaros a muchos de vosotros, que estáis leyendo las líneas que escribe un agnóstico: sí, admito a Dios como una posibilidad. Mi chica, por ejemplo, es atea, y cuando tenemos un debate de la existencia de Dios o su inexistencia, siempre acabo diciendo que hasta el momento, el ateísmo también es una fe, pues tampoco hay pruebas fehacientes de que Dios no exista, salvo si tomamos como prueba las veces que somos desgraciados en la vida.
Lo que no creo es que la iglesia tenga línea directa con Dios, eso de que son sus representantes en la tierra. Puede haber tanto de Dios en la cúpula de San Pedro como en mi casa, dicho en lenguaje pedestre. Por mucho que lo nieguen, son una multinacional más. La más antigua, eso sí. Los Mac Donald´s se ponen en el centro de las ciudades porque han copiado la fórmula del éxito de la iglesia: lo importante es la ubicación y que la gente asocie el producto en venta a los momentos de felicidad. Santa Teresa comiendo una Hamburguesa.
Son muchos los motivos por los que veo a la iglesia demasiado humana, en definitiva: por ejemplo, eso que dicen en el deuteronomio "no desearás a la mujer del prójimo" Pero vamos a ver, ¿no debería ser "la mujer del prójimo " quien decidiera con quién estar? ¿Qué más da que un hombre desee a la esposa de otro? Depende de lo que quiera la esposa... La mujer no es del prójimo; es, ante todo, de sí misma.
Pero ejemplos los hay a miles, tanto si leemos las Sagradas Escrituras como si indagamos la historia de la iglesia. Poco hay de divino en ella. La religión es cosa de hombres.
Hace poco, leí una noticia de que alguien había inventado una fórmula matemática con la que se podía probar la existencia de Dios. Muchos se rasgaron las vestiduras ¿"Por qué no?" -Pensé yo- "¿por qué ofende a muchos la posibilidad de que Dios pueda existir?" Sería una revolución que por fin se resolviera una de las grandes dudas de la humanidad, quizá la mayor. Sería decir adiós a eso tan polémico que llamamos fe. Con la certeza estaríamos más cómodos en el mundo.
Salvo cuatro exaltados, la mayoría de la gente aceptamos sin reservas lo de que el hombre desciende del mono. En el siglo XIX tal teoría dio lugar a una feroz controversia ¿Hombres y monos emparentados? No, por favor. La demostración de la existencia de Dios podría ser la revolución del siglo XXI, aunque también podría serlo la inexistencia, que insisto, no está demostrada.
En cualquier caso, tanto si existe como si no, lo que se ha demostrado es que la Iglesia es demasiado humana y no tiene el correo electrónico de Dios. Y ya sabéis lo que opino yo de ciertas multinacionales...