jueves, diciembre 21, 2006


Hoy he comenzado un curso del paro. Hay que hacer cosas productivas, que no todo va a ser dedicarse a escribir en el ciberespacio, actividad por otra parte propia de bohemios, frikis y drogadictos.
El curso es sobre el apasionante mundo de la contabilidad. Un arte para algunos y una ciencia para otros. Yo, de momento,cuando pienso en contabilidad, imagino a un señor haciendo cuentas y más cuentas, de nariz ganchuda, de cuerpo más bien seco de carnes, y nuez prominente, como el que os pongo en la foto. Pienso en uno como el que está junto al risitas al que le ha tocado el especial de las tragaperras. Alguien que calcula hasta el último céntimo, no como yo, que me pierdo con facilidad con los números y me vuelan con facilidad los euros. Espero que cuando lleguemos a la parte de la contabilidad creativa, me expliquen lo del milagro de los panes y los peces, a ver si puedo hacer lo mismo con los euros. No creáis que todo el mundo domina bien esa parte de la contabilidad. Que se lo pregunten si no a los directivos de ENRON o aquí en España, a los del Fórum Filatélico y Afinsa.
Me he apuntado al curso porque en administración, profesionalmente hablando, he tocado todos los palos salvo el de la contabilidad y no quiero que me echen para atrás en una entrevista porque no sé manejar el contaplus, por ejemplo, que me han dicho que es de muy fácil manejo, pero al no haberlo tocado nunca, pues me da reparo el aceptar un empleo habiéndome tirado el farol diciendo que sé dicho programa. Las mentiras tienen patas muy cortas...
Además, creo que hay que saber un poquito de uno de los principales resortes que mueven esta sociedad de mierda: la Economía, porque, por desgracia, mi formación humanística no la valoran en ningún lado. Tanto leer para nada.
Lo malo del curso es que empiezan desde cero el paquete Office, y todas las herramientas que contiene, salvo el Access (jolines, para hacer bases de datos ya tenemos el Excell) las tengo más que requetesabidas. Soy hombre de letras, sí, pero intento estar al tanto de las nuevas tecnlogías, si no, no me tendríais aquí dando a la tecla.
Otra cosa interesante que tiene el curso es que tiene un apartado de prevención de riesgos laborales y eso es una cosa que piden mucho ahora en las empresas.
Vamos, que es completito. Aunque creo que un administrativo el único riesgo laboral que corre en una empresa es que se haga cortecitos en los dedos con los folios o que se le descargue un boli en la camisa buena que le han traído los reyes. O que le pille el jefe jugando al buscaminas. Este último sí que es un riesgo laboral grande.
En cuanto a mis compañeros de clase, de todo hay: desde la niña recién salida del bachillerato que quiere incorporarse a la vida laboral, pasando por las amas de casa que lo que quieren es reincorporarse, hasta los que como yo, que recién han salido de
un trabajo y quieren dejar el paro cuanto antes. Cuanto antes, me refiero a mayo, que es lo que dura el curso.
¡Destino cruel! A mis años y tengo que estar por la mañana estudiando un curso y por la tarde estudianto oposiciones...