lunes, octubre 15, 2007

Si algún día escribiera una novela de aventuras, del tipo del código da Vinci, para el villano me inspiraría en un tipo que está dando últimamente de qué hablar: se trata de José Luis Roberto alias el cojo y que es todo un personaje, sobra el decirlo.
Regenta un local de alterne, y además ostenta dos cargos más o menos públicos: por un lado, es secretario general de la Asociación Nacional de Locales de Alterne (ANELA) y por otro, es líder del partido ultraderecha España 2000, cuyo ideario se basa en estar en contra de la "inmigración ilegal", entre otras cosas. Yo me pregunto: ¿Estará, por tanto, en contra de las inmigrantes rumanas y guineanas sin papeles que ofrecen servicios en los clubes de alterne?
Hace poco, cuando trabajaba en el hospital, en las urgencias conocí a dos de esas chicas: una estaba embarazada de no se sabe quién, dado que algunos clientes prefieren hacerlo sin condón porque la vida son cuatro días y hay que vivirla intensamente, aunque desgracies para siempre la vida de una chica de diecinueve años. La otra chica que conocí era una que se había intentado suicidar y demandaba atención psiquiátrica; entró en el hospital diciendo que ya no aguantaba más ese tipo de vida.
José Luis, que de negocios entiende un rato, sabe que estas dos chicas son muy rentables. Sabe que no se deben mezclar negocios con ideología y por lo tanto no ve la contradicción existente entre recurrir a chicas sin papeles para llenar los clubes de alterne y por otro lado, tener un partido que luche contra la "inmigración ilegal". Y hablando de luchas, parece ser que José luis Roberto también está detrás de la organización de peleas en las que vale todo.
Una verdadera lástima. Me refiero a que José Luis no sea un personaje de novela en vez de un ser real que inspira un artículo de bitácora. Hay ciertas personas que deberían ser sólo papel y tinta, en vez de monstruosidades inciviles, que convocan manifestaciones y que pasean por el mundo con una hipocresía tal que si quieren te hacen ver que el cielo es violeta, las prostitutas unas aprovechadas que roban el trabajo a las españolas y los desalmados unos señores que no regentan prostíbulos ni están al frente de partidos ultraderechistas.