sábado, diciembre 08, 2007


Este que veis aquí al lado es el prototipo de un agujero negro diseñado por la universidad de Minnesota de Bastos. El proyecto está muy desarrollado y pronto verá la luz. Bueno, más bien al contrario, la ausencia de luz, pues por algo es agujero y negro.
A lo largo de estos dos últimos siglos, ha habido muchos inventos magníficos que nos han hecho la vida más fácil. No obstante, yo hecho en falta dos: los agujeros negros quitapolvo de bolsillo y las máquinas del tiempo a corto plazo.
Los primeros los utilizaría, por ejemplo, para pasarlos por rincones más inaccesibles (siempre con cuidado de que no me absorbieran un dedo o el cuerpo entero) para quitar esas incómodas pelusas y enviarlas a un universo paralelo, y quien viviera al otro lado del agujero, que se fastidiara, que soy humano y si hay algo que distingue a los humanos respecto a otras especies del universo es que nos da igual lo que suceda al otro lado, bien sea de un tabique o de un agujero negro. Nuestros agujeros negros domésticos de alta densidad gravitatoria no habrían de ser muy grandes, no más grandes que un dedal, para que los podamos llevar en el bolsillo del pantalón sin que nos absorba la pierna. Servirían, aparte de para succionar pelusas, para tirar la basura, y así no tendríamos que molestarnos en reciclar la basura en papel, plástico y orgánico. El agujero negro se ocuparía de pensar por nosotros. Podría ser una eficaz arma defensiva, y si nos vienen a atracar algún malhechor, sacarlo y a ver que hace el maleante luchando con su navajita contra una gravedad un millón de veces superior.
En cuanto a la máquina del tiempo de corto plazo, serviría para ahorrarnos muchísimo dinero y muchos disgustos. Por ejemplo, que nos hemos arrepentido de haber votado a alguien que finalmente no nos convence, utilizamos la máquina del tiempo y cambiamos el voto; que se nos escapa una flatulencia en una reunión de máxima importancia, pues echamos marcha atrás y borramos de los vientos de la historia esa ventosidad que bien pudo suponer nuestra muerte social; que hemos declarado el amor a alguien y nos ha rechazado cruelmente, pues una vuelta atrás y le privamos de alimento para su ego. Pero no sólo serviría para anular las cosas negativas; serviría también para repetir las cosas positivas; que nos ha gustado mucho una comida, se saca la máquina y se repite el banquete; que se nos ha hecho corta la tarde en el parque de atracciones, pues nada, se retrasa la hora de salida cuantas veces se quiera; que no tenemos suficiente con una hora de siesta, pues nada, se coge el ingenio y se repite dos, tres o cuantas veces se quiera.
Pero claro, se debería expedir una licencia obligatoria de uso para ambos ingenios. no quiero ni pensar que sería un agujero negro en malas manos. En los institutos, algunos chavales lo usarían para tragar a un compañero y grabarlo con el móvil, muchos se lo llevarían para cuando no tuvieran sitio donde aparcar, lanzarlo contra un coche estacionado cualquiera; y en caso de la máquina del tiempo, entro otros fines aviesos, se podría utilizar para copiar en los exámenes, sabiendo las preguntas utilizando la marcha adelante y la marcha atrás o a nadie le podría tocar un buen pellizco en la primitiva porque como todos nos sabemos el número de antemano...
Toda creación humana tiene sus luces y sombras y éstas que yo propongo no iban a ser menos. No obstante, espero que lo hagan. No iba a disfrutar yo quitando el polvo en cero coma y echándome la siesta dos docenas de veces seguidas.

1 comentario:

Sonofotlon dijo...

sería un buen invento, pero en vez de volver a votar, directamente yo mandaria al politico al agujero negro por tranfuga.