jueves, septiembre 27, 2007
El problema que todos tenemos como seres humanos es poder hacer más grande ese agujerito por donde miramos y poder ver más cosas que las que vemos. Nuestro mundo es una puerta inmensa y tremendamente agujereada.
El agujero por donde mira cada uno es diferente del que miran los demás. Actualmente, hay más de seis mil millones de mirillas.
Normalmente, sueles ver las mismas cosas que el que tienes al lado. Tal vez por eso piensas de una manera aproximada a la suya. También crees que mienten los que tienen las mirillas más alejadas a ti, y no te cuestionas que tal vez desde su rincón de la puerta están viendo cosas totalmente diferentes a las que ves tú, pero que no dejan de ser una verdad como las tuyas.
Las bitácoras son resultado de las cosas que ve cada cual por su mirilla, tal vez la más moderna y democrática, pues antes la opinión de la masa se la llevaba la campana extractora de humos de un bar, en donde se mezclaba con grasa de fritanga.
Las bitácoras es un producto eminentemente democrático, y es el resultado de las inspecciones por millones de mirillas que están repartidas por el mundo.
Ya sabéis por dónde voy: la suma de todas las mirillas del mundo es la verdad y ya lo dije en otra ocasión, creo que en el internet de las bitácoras se puede encontrar una gran suma de verdades, que no mentiras, como nos quieren hacer creer. Los blogueros somos honrados porque sólo tenemos que rendir cuentas a nuestra propia conciencia y no a la cuenta de resultados de una editorial.
Si queréis amplitud de miras (o de mirillas) leed mucho internet y leed mucho a los autores clásicos, que con inteligencia lúcida (o no tan lúcida, que la locura también es buena para mirar a través de la puerta) supieron interpretar mejor que nadie lo que vieron al otro lado de la puerta .
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