¿Cuánto quiere usted ganar?
¿Y usted me lo pregunta, señora entrevistadora? ¿Cuánto le gustaría ganar a usted?
Me encanta el traje que lleva usted para entrevistarme. Se nota que es de buen corte. A mí me encantaría llevar un traje similar en hombre. Quiero ganar tanto como lo que aparenta ganar usted.
¿Qué coche tiene usted, señora o señorita? Seguro que uno pequeño de marca alemana, del segmento medio-alto, que suena poco al rodar, en contraposición del ruido que hacen sus tacones cuando se levanta y camina por el despacho.
¿Que cuánto quiero ganar? Más de lo que le debo decir, pero no se lo digo pues le ofendería, pues a una empresa de hoy como la que usted representa le es un insulto el que sus obreros quieran ganar mucho. Yo quiero ganar mucho. La verdad es que valoro mucho mi tiempo y me gustaría decirles que mi tiempo vale un potosí. Pero usted no cree que valga demasiado, por la cifra que dice que están dispuestos a pagarme. No obstante, pregunta que cuánto quieren que gane ¿Por qué quiere que le insulte? ¿Por qué no soy grosero de verdad y la mando a la mierda?
¿Que si me he implicado en las empresas en las que he estado? Menos que con mi vida personal. Pero esto lo pienso y no se lo digo porque a usted se le ve una persona implicada, que se ha tenido que hacer algunos masteres para estar donde está. Que acaso no tenga hijos porque no se lo permite su trabajo o si los tiene, apenas los ve y a la que le llaman mamá es a la abuela.
A usted no le puedo decir que valoro más una barbacoa que un nuevo proyecto empresarial, que me importa más cinco minutos con una cerveza viendo la tele que tres comidas de empresa en un buen restaurante de lujo, pero eso no se lo puedo decir a alguien tan sacrificada como usted.
¿Que si me considero un persona sincera? En esta entrevista he mentido tanto como usted, que cuando me sonríe lo hace juzgándome y le es imposible lanzar una sonrisa sincera mientras me juzga. Usted está allí para detectar las cosas malas de mi carácter, mi trastienda. Usted es una hipócrita malévola y pide a los demás que lo sean. Cuestión de supervivencia, de acuerdo, pero no intente pasar por oveja. So loba.
¿Que cuanto quiero ganar? En realidad mucho, señora hipócrita. Valoro mucho mi tiempo ¿Por qué me lo hace perder? Hemos acabado la entrevista y me ha dicho que ya me llamará ¿Cuándo? ¿Mañana? ¿Dentro de tres días? ¿Dentro de un mes?
Los dos sabemos que la frase es un eufemismo de otra peor: "No me gustas"
Sea tan amable y diga que le debo.