miércoles, abril 18, 2007

No sé si será igual en otros países, pero en el mío, si hay una mala costumbre, es la de recurrir al insulto y al escarnio con una facilidad pasmosa: la prueba es encender la tele o la radio, y ver que en cualquier programa o tertulia basura, la gente insulta con una alegría que en otros tiempos hubiera costado un duelo con armas de fuego.
La prueba más fehaciente, es que cuando a alguien le sucede algo bueno, se suele decir algo así: "¡qué hijoputa!" Visto desde fuera, parece que el que lo dice no se alegra del la buena suerte del otro, sino que le envidia y recurre al escarnecimiento por no poder compartir su suerte.
No es infrecuente oír en los institutos de mi país frases tan poco dignas como: "Me follo a tu/vuestras madre/s" que a mí todavía me causan dentera. El sujeto afectado tiene dos opciones: o liarse a puñetazos con el ofensor u ofensores, o restar hierro a tan fuertes palabras, y creedme que tal vez ésta sea la mejor opción, porque tan extendido está tan
feas palabras, que si un pobre alumno tuviera que lavar el honor de una madre cuando se las dicen, acabaría todos los días hecho unos zorros por muy fuerte y bien plantado que fuese.
Decía Hemingway en su libro "Por quién doblan las campanas" que no había idioma como el español para las palabrotas. Aquí se puede ofender de mil maneras posibles, y no es otra cosa que una prueba de nuestro pasado violento, que abarca tambiénla tradición oral.
Os podría dar aquí un gran catálogo de insultos en español, pero me vais a permitir que recurra a vuestra imaginación.
Seguro que la ofensa que penséis a partir de ahora, por muy imaginativa y original que os parezca, la ha inventado antes un español.
Perdón por estas terribles aportaciones a la humanidad y a la Historia Universal de la infamia.
No somos nada refinados, de acuerdo. En el fondo es lo que pasa con los que han tenido imperios, como nos sucedió a nosotros, como les sucede a los norteamericanos.
Se necesita gente bárbara para apuntalar un imperio.
Todo empieza en cómo tratas al vecino.

3 comentarios:

Sonofotlon dijo...

Es muy cierto lo que decia Hemingway ( dicho libro citado en su post no pude seguir leyendolo dado que el perrro de mi novia lo rompioen un acto de ira por faltado de atención)
no hay lengua como la española para los insultos e improperios.
En argentina por ejemplo ya casi no nos llamamos por vuestros nombres sino, parecería que en común acuerdo todos nos llamamos boludos (hombres) boludas (mujeres). Si bien antes no sabíamos por que nos ponian dos nombres si en nuestra vida la mayoria de las veces nos llamaban por nuestro primer nombre, imaginate ahora con el boludo...
En fin si bien reconozco que no soy de insultar a las personas si soy de insultar o putear como le decimos en argentina cuando por ejemplo me golpeo el dedo chico del pie contra una mesa ratona, un marco de puerta, una esquina de algun mueble, etc. en sí la mayoria de los golpes dolorosos contra objetos sin intenciones. Son en general una maldita costumbre.

Sonofotlon dijo...

ya que no puedo comentar en los dos post de arriba lo hago aqui.

Realmente veo que no entendes nada jajaja, por ejemplo el trinito de tolueno sirve para ponerse en los pies y de esa manera elimina todo, icluso a los mismo pies dejando una fragancia nueva. Lo que hace el ácido bórico realmente es vender falsas noticias.
es increible hasta donde puede llegar la ignorancia y lo que hace ella con la ignoracia del otro lado.


Haciendo referencia al blog de lo sucedido por tus abuelos, pienso que es un tema digno de debate, pero para dejar acento mi punto de vista...a veces creo que todo se debe a que la falta o la breve desaparición de códigos es el resultado de las nuevas generaciones. Los factores que pueden haber provocado esto, supongo que ha sido la falta de libertad de antaño por los golpes militares, más la falta de generaciones por el mismo motivo, lo cual hace que sea todo permisivo , llegando al punto de no poner limites y no inculcar los valores mas comunes llamese educacion y respeto por el prójimo. Esto es a mi entender.
Al margen de este comentario quiero darle mis felicitaciones por sus post tan bien escritos y entretenidos.

Anónimo dijo...

La primera vez que me dí cuenta de que no hay idioma como este para insultar... fue en Dublín... hace 8 años... viendo subtitulada en inglés.. "Todo sobre mi madre"... daba igual lo que dijeran... una misma palabra en inglés... valía... para 8 insultos diferentes...

Muxuak.
Mss. Hyde