miércoles, marzo 28, 2007

Dicen que la poesía ha muerto. Larga vida a la poesía. Vengo del tren y la gente lee periódicos gratuitos. En uno de esos periódicos olvidados por alguien leo los comentarios al respecto de algunos de los más famosos intelectuales de la cultura celtibérica. Todos están preocupados.
En otro periódico gratuito leo que según un investigador llamado Eudald Carbonell, en el presente siglo desaparecerá el 50 % de la humanidad por el crecimiento demográfico y los desarreglos del ecosistema.
Cada vez se te quitan más las ganas de leer periódicos: los de pago te mienten o te intentan manipular, los gratuitos te desmoralizan.
Verde que te quiero verde. Desaparece el verde del poeta y el verde de las praderas.
El mundo no está bien hecho.
Sin embargo, he tenido la suerte de leer muchos blog de poetas, ¿quién dijo que estaba todo perdido?
A principios del siglo pasado, un estudio denunciaba que por culpa de los excrementos de caballo se colapsarían las vías de las ciudades, y llegaron los coches. ¿Qué sustituirá a los coches para que no se colapsen los cielos? Seguro que algo se descubrirá, no os quepa la menor duda.
No morirán los poetas y aprenderemos a cuidar el mundo, a cuidarnos a nosotros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.... La poesía no ha muerto y nunca morirá. La poesía está en nuestro interior, es cada palabra que decimos al ser querido, es cada caricia al ser amado, es vivir apreciendo que estamos viviendo.

Anónimo dijo...

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.... La poesía no ha muerto y nunca morirá. La poesía está en nuestro interior, es cada palabra que decimos al ser querido, es cada caricia al ser amado, es vivir apreciendo que estamos viviendo.

Anónimo dijo...

No me intentes matar antes de tiempo Jekyll... snif...snif... jopelas... déjame un rato más... al menos mientras suele bien lo que escribo... prometo ir mandándotelas para que tengas algo nuevo que leer... aunque sea cortito...

Pero déjame vivir...

Muxuak
Mss. Hyde.