jueves, noviembre 09, 2006

Mientra hacía la comida y esperaba a mi mujer, he estado viendo la serie "mi nombre es Earl". Aún siendo estupenda, tiene un pero.
El argumento de la serie parte de la creencia de que si tú has hecho buenas acciones, la vida te lo premiará. Bien, pues eso no es verdad. Ahora les diré el por qué.
Los máximos premiados del orbe son los grandes multimillonarios: tienen islas, yates, se alojan en hoteles lujosos, sus casas son confortables, sus ropas son bonitas y su aspecto físico por lo general es bueno. Sin embargo, muchos de ellos hacen cosas como despedir a gente teniendo beneficios, pagar poco a los obreros que quedan para tener todavía más beneficios, contrabandear armas, narcotraficar, especular con las necesidades básicas como es la vivienda, la sanidad, la educación... Han pagado a gobiernos para que éstos declaren la guerra a países cuyos recursos tienen intereses, no creen en la igualdad, no creen en la democracia, pues hacen que su opinión prevalezca sobre la de otros votantes, tienen periódicos y radios que mienten adrede para beneficiarles, no luchan contra el hambre y las enfermedades; sólo les interesan si les llenan la caja registradora.
Sin embargo, son los seres más afortunados del planeta, pues todo lo que se les antoje lo tienen.
Siempre nos hemos querido creer el tópico de que el bueno siempre triunfa y el malo siempre fracasa: no es verdad. Pongamos, por ejemplo, a la familia Bush: sin contar las fechorías del segundo George (o tercero, me da igual) se han metido en toda clase de negocios oscuros a lo largo de varias generaciones. Uno de ellos estuvo negociando con los nazis, otros, con oscuros tiranos de oriente medio, y sin embargo, el destino les ha premiado con dejar que dos de sus malvados accedan, nada más y nada menos, a la presidencia del gobierno de los Estados Unidos. Ahí es nada. Encima, en períodos en el que su odiado comunismo no les daba la lata porque ya habían conseguido su vieja ambición de derribarlo. Pero hay más ejemplos: Franco murió en la cama, Carlos Menem vive actualmente en la opulencia, pese a que es el principal causante de la ruina de su país y aquí en España vive algún que otro exdictador sudamericano con el riñón bien cubierto.
Por cierto, qué longevos suelen ser los hombre malos. Comparémosles con algunos de los hombres buenos: jóvenes murieron el Che, Martin Luther King, Jesucristo y muchos grandes estrellas del rock que mucha y buena música nos han dado. Mozart, genio donde los haya, también murió joven. Encima, entre fuertes dolores.
Tenemos a cantidad de soplagaitas que viven muy bien de la pintura, pese a que no saben agarrar un pincel y sin embargo Van gogh murió en la miseria y el pobre de Goya exiliado en Francia.
Tenemos a cantidad de sinvergüenzas con tiradas de libros millonarias y recordemos que Kafka no vio un real y John Kennedy Toole jamás pudo disfrutar del éxito que tal vez le hubiera quitado la idea de suicidarse unos años antes.
Cogiendo el título de su libro, todo esto ha ocurrido y ocurre porque nuestra civilización es una "conjura de los necios"que premia a los malvados (que son hasta más longevos) y castiga a los inocentes (que mueren pronto, pregunten por su hijo a esa madre afgana que llora en ese rincón).
Yo creo que la idea que mueve a Earl es una broma más de la serie. Por ahí van los tiros. Él tiene su razón para ser bueno, que por supuesto, respeto, pero no comparto. Como he intentado dejar claro, el ser buen hombre no te va a traer compensaciones porque sí.
Si os preguntáis por mi razón fundamental para ser bueno, la única que tengo, es que yo intento portarme con los demás como quiero que se porten conmigo. No hay nada más.
Para terminar, un mensaje a mi chica:
Cariño, si los hombres malos se les ha premiado con cosas buenas.
¿qué fechoría he hecho yo para que el destino me premie con estar contigo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Para terminar, un mensaje a mi chica:
Cariño, si los hombres malos se les ha premiado con cosas buenas.
¿qué fechoría he hecho yo para que el destino me premie con estar contigo?"

Y otra vez desnudo!!! Pero que bonito...

Sabes quien usa eso de "intento portarme con los demás como quiero que se porten conmigo"...

Ay... Jekyll...Jekyll.. Jekyll...

En fín... muxuak.
Mss.Hyde.